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Los hipotecados en yenes se preparan para la subida de las cuotas mensuales

Con la escalada del Euribor, muchas familias españolas decidieron cambiar la referencia de sus hipotecas a yenes, lo que les permitió afrontar mensualmente cuotas bajas y evitar la espiral alcista del índice al que se referencian la mayoría de estos préstamos en España. Ahora las tornas han cambiado.

Con la escalada del Euribor, muchas familias españolas decidieron cambiar la referencia de sus hipotecas a yenes, lo que les permitió afrontar mensualmente cuotas bajas y evitar la espiral alcista del índice al que se referencian la mayoría de estos préstamos en España. Ahora las tornas han cambiado.
LD (L. Ramírez) Hace un año, muchas familias contrataron hipotecas en yenes (la divisa de Japón) para evitar que el aumento del Euribor hiciera mella en cada revisión del tipo de interés de sus préstamos para la compra de vivienda. Entonces, el tipo interbancario en el mercado de Londres (el Libor) para el yen a un año estaba en el 1,15%, 3,65 puntos porcentuales menos que el Euribor.
 
Así, con una hipoteca de 450.000 euros, los compradores pagaban a sus bancos unos 1.300 euros al mes, frente a los 2.000 que deberían abonar si sus préstamos estuvieran referenciados al Euribor. Las familias podían ahorrar estos 700 euros para cubrir futuros gastos o bien invertirlos, así como aumentar su consumo. Las hipotecas multidivisas estuvieron de moda, los bancos y cajas las ofrecían y muchos ciudadanos las contrataron,
 
Pero lo que no tuvieron en cuenta estos hipotecados es que, además del tipo de interés, existe otra variable de riesgo en este tipo de préstamos: el tipo de cambio. Cuando la moneda de referencia (en este caso el yen) se aprecia o deprecia respecto al resto de divisas (fundamentalmente el euro y el dólar), la cuota hipotecaria también se revisa.
 
Los que contrataron estos préstamos debían estar atentos a la evolución de los mercados, para decidir si les interesaba seguir con su crédito en yenes o bien cambian a otra divisa. Tal como recuerda el director de negocio internacional de Bankinter, “el verdadero riesgo es la amortización del capital si el yen se apreciase”, por lo que “sólo es recomendable a clientes con una estrategia de inversión a largo plazo.
 
Y precisamente, esto es lo ha sucedido, el yen se ha apreciado respecto al euro. La divisa japonesa se ha revalorizado casi un 20% y un euro se intercambia a 119 yenes, frente a los 170 del pasado agosto. Por lo tanto, hipotecas referenciadas a esta moneda se encarecen notablemente, y el cambio a otro tipo de divisa tiene un coste demasiado alto para ser asumido.
 
En el gráfico se puede observar como en los últimos meses, el yen se ha apreciado notalemente frente al euro:
 
Relación Yen/Euro
 

 
 
La mayoría de estas familias no fueron suficientemente informadas o no comprendieron que con la revalorización del yen no sólo sube la letra mensual, sino también el importe total de su deuda.
 
Si se cambia de moneda de referencia, la subida se consolida en el valor el préstamo para siempre. Por lo tanto, según la apreciación actual, si un hipotecado quiere cambiar su crédito a yenes, tendrá que contratar un préstamo por un volumen superior en un 30 por ciento al que lo firmó inicialmente.
 
Lo que les interesaría a los hipotecados en yenes es justo lo contrario de lo que ha ocurrido ahora, es decir, que el euro suba frente a la divisa nipona, porque eso reduciría su letra y el valor de su deuda. Si estas familias no ahorraron en los últimos meses tendrán un serio problema para hacer frente a las nuevas
cuotas.
 
Lo mejor es esperar
 
Según los analistas consultados, lo mejor es esperar a que pase la tormenta, siempre que el inmueble se comprara para hacer uso de él. Para aquellos que esperaban vender las viviendas en un periodo relativamente corto (dos o cuatro años) el problema es mayor, ya que deben deshacerse del inmueble (en un entorno de parálisis del mercado), o bien cambiar de hipoteca.
 
Una vez que el euro vuelva a revalorizarse frente a la divisa japonesa, los analistas recomiendan comprar yenes a través de una cuenta de divisas y que la hipoteca se pague a través de esa cuenta. De esta forma, se elimina una parte del riesgo, ya que se reduce la exposición a la pérdida de valor de la moneda japonesa.
 
Otra herramienta para sortear este riesgo es contratar un seguro frente a la evolución del tipo de cambio o acudir al mercado de futuros para adquirir los yenes a una cantidad establecida previamente. No hay que olvidar que los métodos de protección tienen un coste determinado que es necesario asumir si se quiere dormir tranquilo.
 

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