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Los reguladores admiten que la banca de EEUU sigue en la cuerda floja

Este fin de semana han caído otros tres bancos en EEUU. Ya han quebrado un total de 98 entidades en 2009. El fondo que garantiza los depósitos de los estadounidenses (FDIC) entra en negativo, por primera vez desde 1991. El FDIC pide ayuda y reconoce que la banca de EEUU sigue en la cuerda floja.

El fondo que garantiza los depósitos bancarios de los estadounidenses (FDIC) en caso de quiebra bancaria se ha quedado sin fondos, tal y como avanzó Libertad Digital. Y es que, a un ritmo de cinco quiebras bancarias semanales, el FDIC carece ya de recursos suficientes para garantizar el dinero de los depositantes.

Sin ir más lejos, otras tres nuevas entidades (Warren Bank, Jennings State Bank y Southern Colorado National Bank) cerraron sus puertas el pasado viernes por motivos de insolvencia, con un coste para el FDIC de 293,3 millones de dólares.

El número de quiebras sigue aumentando: en 2007 cayeron 3 entidades; esta cifra ascendió a 25 en 2008; mientras que en 2009 ya son 98 los bancos fallidos. En total, EEUU contabiliza, por el momento, 126 bancarrotas desde el estallido de la crisis en 2007, con un coste financiero superior a los 43.000 millones de dólares para el FDIC.

El FDIC que, en la actualidad, asegura a 8.185 entidades financieras en EEUU con unos activos próximos a los 13,3 billones de dólares, funciona del siguiente modo: los bancos asegurados pagan una prima anual al fondo que, a su vez, invierte en deuda pública norteamericana. Cuando un banco quiebra, el Gobierno (el FDIC es una agencia federal) acude al rescate garantizando el total de los depósitos de los clientes con el dinero de ese fondo, hasta un máximo de 250.000 dólares (temporalmente, hasta 2013).

La pasada semana, el FDIC reconoció que el fondo de garantías había entrado en números rojos, por primera vez desde la crisis de los Savings & Loans en 1991. Es decir, el FDIC está en quiebra técnica.

Ante tal situación, el organismo que preside Sheila Bair ha recurrido a una línea de crédito extraordinaria facilitada por el Tesoro de EEUU -hasta un tope máximo de medio billón de dólares-. De hecho, la propia Reserva Federal (FED) estudia la posibilidad de acudir al rescate.

Asimismo, el FDIC ha llegado a un acuerdo para solicitar a los bancos el pago anticipado de sus primas obligatorias de los tres próximos años, como una medida adicional para recaudar recursos con el fin de garantizar los depósitos bancarios. La banca dispone de 30 días para responder sobre esta solicitud. Según Bloomberg, esta medida podría costar a Bank of America y a los grandes bancos de EEUU (Wells Fargo, JP Morgan y Citigroup) más de 10.000 millones de dólares.

El FDIC espera recaudar con esta medida un total de 45.000 millones de dólares. Dicha propuesta denota la intención de no recurrir en masa, al menos de momento, al crédito del Tesoro de EEUU. Así lo piensa Tim Yeager, profesor de finanzas, en declaraciones a Bloomberg: “Están haciendo todo lo que está en sus manos para evitar recurrir al Tesoro”.

Por su parte, el prestigioso bloguero Mike “Mish” Shedlock, analista financiero y gestor de inversiones, afirma que “el prepago de las cuotas es simplemente otro intento para que siga el juego. Cuánto puede durar esto nadie lo sabe”... Pese a ello, elogia la medida propuesta por la presidenta de la entidad, Sheila Bair, ya que lo más fácil y sencillo para el FDIC sería recurrir al crédito del Tesoro y hacer que los contribuyentes paguen los platos rotos, pero en lugar de eso, quienes cargarán los costes serán las entidades financieras por haber asumido excesivos riesgos crediticios.

Para que la propuesta parezca más apetecible a las instituciones financieras, la agencia regulatoria ofrece un pequeño truco, haciendo uso de la “contabilidad creativa”. El FDIC obtiene recursos adicionales anticipando a 2009 el pago de las cuotas bancarias de los tres próximos años, pero a cambio los bancos no deberán registrar las primas como un gasto a 30 de diciembre, sino que se registrará en los balances durante los siguientes tres años, reduciendo así el impacto sobre las ganancias de las compañías, según los analistas.

¿Cuál será el impacto para los bancos?

Pero con trampas contables o sin ellas, Mish piensa que inevitablemente tales pagos al FDIC acabarán afectando negativamente a los beneficios de la banca de EEUU, situación que podría empujar a la quiebra a quienes mantengan una posición más delicada. Según Brad Milsaps, analista consultado por Bloomberg, la propuesta no agravará los problemas en conjunto, aunque sí podría hacerlo para los bancos más necesitados de liquidez.

Mientras, los expertos de The Daily Reckoning alertan sobre el posible impacto negativo en los inversores del constante cambio de las reglas del juego y la aparente discrecionalidad y arbitrariedad con la que las normas pueden cambiarse según la necesidad del momento.

Insolvencia bancaria

Por otro lado, en su último informe, el FDIC reconoce la delicada situación que atraviesa la banca de EEUU. De hecho, admite que cientos de entidades están en riesgo de quiebra. En concreto, el organismo admite que 416 entidades están al borde de la bancarrota, mientras que otros analistas elevan la lista no oficial del FDIC a 463 bancos, tal y como avanzó Libertad Digital el pasado febrero. Esas 463 entidades en riesgo acumulan unos activos cercanos a los 300.000 millones de dólares.

La agencia federal pinta así un cuadro tenebroso acerca del futuro de la salud de las instituciones financieras en su último comunicado oficial. Ya admite abiertamente la delicada situación de insolvencia que atraviesan numerosas entidades. Además, el FDIC estima que las pérdidas derivadas de las futuras quiebras bancarias ascenderán a 100.000 millones de dólares hasta 2013, frente a los 70.000 millones previstos el pasado mayo. Como resultado, el FDIC registrará déficit (números rojos) hasta 2012, como muy pronto.

Además, por ley, el fondo debe alcanzar, como mínimo, el 1,25% del volumen de depósitos que asegura. El pasado marzo este ratio se situaba ya en el 0,27%. Al entrar en números rojos, el fondo ha entrado en déficit. En este sentido, el FDIC estima que no recuperará el ratio legal mínimo del 1,25% hasta dentro de ocho años.

Hasta aquí los datos oficiales. Sin embargo, existen cálculos mucho más preocupantes. Es el caso del Institutional Risk Analytics (IRA). Este organismo ha realizado un análisis del sector financiero estadounidense muy revelador. Mientras que el FDIC considera que 416 entidades están en riesgo de quiebra, el IRA eleva esta cifra a 2.256 bancos. El organismo califica a estas entidades con una nota (rating) de "F", peor que la de los bonos basura, y estima que alrededor de 1.000 entidades tendrán problemas de solvencia en los próximos meses.

Ante la avalancha de quiebras que se avecina no es de extrañar que el FDIC haya solicitado al Tesoro un crédito extraordinario de medio billón de dólares para garantizar los depósitos de los clientes afectados, y que hasta la propia FED se plantee acudir al rescate del organismo.

Problema de liquidez en el FDIC

Por si fueran pocas estas confesiones, el FDIC reconoce que a medida que han ido quebrando bancos cuyos depósitos estaban asegurados, “los activos líquidos del fondo de garantía de depósitos se han usado para proteger a los depositantes de las instituciones quebradas y se han intercambiado por derechos menos líquidos” sobre los activos de estas mismas entidades.

Es decir, mientras que al principio de la crisis la mayoría de activos del fondo eran líquidos -especialmente dinero en efectivo o títulos muy líquidos-, en la actualidad, esta clase de activos han caído en alrededor de 22.000 millones de dólares, mientras que el total de activos del fondo es de 65.000 millones, a fecha de 30 de junio 2009.

Según los analistas de Business Insider, “el FDIC ha estado intercambiando dinero en efectivo por basura -activos ilíquidos, presumiblemente papel de baja calidad”, tales como los Mortgage Backed Securities (MBS), títulos respaldados por hipotecas cuyo valor corre el riesgo de no valer nada en el futuro.

Así, el gran problema del FDIC en estos momentos sería la iliquidez en la que ha incurrido, un problema que ha estado en la raíz de la presente crisis financiera, como ha mostrado el Observatorio de Coyuntura Económica en sus diversos boletines.

A ello, se suma la falta de previsión de los organismos reguladores. Y es que, desde que comenzó la crisis financiera, el FDIC no ha hecho otra cosa que revisar al alza sus estimaciones de quiebras bancarias y pérdidas financieras. De este modo, sus últimos cálculos corren el riesgo de quedarse nuevamente cortos.

Nueva regulación financiera


Por último, Sheila Bair ha avanzado que la nueva regulación financiera que está en marcha debe terminar con la doctrina de "demasiado grande para quebrar" ( too big to fail ), evitando que la banca en la sombra (shadow banking) quede fuera del control de los reguladores financieros. Bair propone que la nueva regulación y supervisión se extienda no sólo a los grandes bancos sino también a las aseguradoras y a los fondos de alto riesgo (hedge funds).

Además, considera que EEUU no debe implementar al completo las normas que establece los acuerdos de Basilea II (normas financieras de carácter internacional), ya que permiten a las entidades asumir excesivos riesgos y rebajan los estándares mínimos de capital exigido.

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