(Libertad Digital) Fuentes conocedoras del caso dijeron a Libertad Digital que el régimen ha aplicado el "plan pijama" al presidente de Cubanacán, Juan José Vega. El "plan pijama" es la denominación que se usa en Cuba cuando la dictadura castrista dicta una destitución y no se reubica de inmediato al "cuadro" destituido.
Portavoces de la dictadura castrista confirmaron el jueves a Efe la destitución de Juan José Vega, conocido por sus amigos como "JJ", según fuentes consultadas por Libertad Digital. El ya ex presidente de Cubanacán, que mantiene importantes amistades con el todopoderoso general Becerra y los ministerios del Interior y de las Fuerzas Armadas, hace frente a un arresto domiciliario, aunque fuentes del régimen suavizaron esta denominación en declaraciones a Efe, al negar que esté detenido y asegurar que puede salir de su domicilio, aunque sólo para colaborar en las investigaciones abiertas.
El régimen ha abierto una investigación sobre la gestión de "JJ" al frente de Cubanacán. Los rumores sobre el cese de Vega y las supuestas irregularidades en Cubanacán habían circulado con insistencia en La Habana durante los últimos días. De hecho, según fuentes del sector, la destitución se produjo varios días antes de que se pudiera confirmar la noticia, y junto a Vega también se le ha aplicado el "plan pijama" a otros importantes funcionarios de Cubanacán, encargados de la gestión de varias filiales del gigante turístico.
De momento, el ministro de Turismo, Ibrahím Ferradaz, se ha hecho con el control directo del holding, pero el hermetismo oficial sobre el asunto preocupa a las empresas españolas que trabajan en el sector turístico cubano. Es el caso de Sol Meliá, que gestiona una veintena de hoteles en la isla, de los que siete son propiedad de Cubanacán (Sol Palmeras, Meliá Varadero, Meliá Las Américas, Meliá Cohiba, Meliá Habana, Meliá Santiago de Cuba y Tryp Cayo Coco). También la empresa Iberostar gestiona otro hotel propiedad de Cubanacán (Iberostar Bella Costa) y NH tiene otro más (NH Parque Central).
De momento, el ministro de Turismo, Ibrahím Ferradaz, se ha hecho con el control directo del holding, pero el hermetismo oficial sobre el asunto preocupa a las empresas españolas que trabajan en el sector turístico cubano. Es el caso de Sol Meliá, que gestiona una veintena de hoteles en la isla, de los que siete son propiedad de Cubanacán (Sol Palmeras, Meliá Varadero, Meliá Las Américas, Meliá Cohiba, Meliá Habana, Meliá Santiago de Cuba y Tryp Cayo Coco). También la empresa Iberostar gestiona otro hotel propiedad de Cubanacán (Iberostar Bella Costa) y NH tiene otro más (NH Parque Central).
Decisiones congeladas e investigaciones ampliadas
Fuentes conocedoras del caso explicaron a Libertad Digital que "los empresarios extranjeros que tengan algún negocio mixto con Cubanacán deben estar muy preocupados". Hay varias razones, según las mismas fuentes, como por ejemplo el hecho de que, "para empezar, se producirá un estancamiento en las decisiones que se deben tomar" en el holding. "Quedarán contratos y acuerdos sin firmar y un sinfín de cosas más pendientes de que concluya la investigación y se nombre un sustituto", dijeron las mismas fuentes.
Lo más preocupante para las empresas españolas podría producirse si, como admiten las fuentes consultadas, hay "investigaciones de todo tipo", ampliadas a las empresas que gestionan negocios con Cubanacán, y "tal vez en algunas se les pueda 'rozar' o incluso involucrar", aunque sólo sea como una mera "amenaza" o "advertencia" del régimen. Asimismo, las fuentes explicaron que, a partir de ahora, también se producirá una 'congelación' del negocio hasta que sea nombrado un nuevo presidente de Cubanacán y se instale en el puesto, lo que provocará cambios: "Emitirá un millón de regulaciones y establecerá su burocracia", afirmaron.
No es el primer fraude en un régimen corrupto
En 1999, Ibrahím Ferradaz relevó en el cargo al entonces ministro de Turismo, Osmany Cienfuegos –hermano de una de las figuras históricas de la revolución cubana (Camilo Cienfuegos)–, quien fue cesado tras la destitución de varios ejecutivos de las empresas turísticas "Rumbos", "Horizontes" y también de "Cubanacán" por presuntas irregularidades. En junio de ese año, el Gobierno de la isla reconoció que habían sido aplicadas "medidas disciplinarias" a algunos funcionarios del sector turístico por "indisciplina" y "errores".
Asimismo, en marzo de 2001 fue cesado el entonces titular de Industria Pesquera cubana, Orlando Rodríguez Romay, tras descubrirse que algunos funcionarios de su ministerio aceptaron comisiones y obsequios ilegales.