Este nuevo encuentro -al que acudirán los interlocutores habituales del diálogo social: los secretarios de Acción Sindical de UGT y CC.OO, Toni Ferrer, y Ramón Górriz, y el secretario general de CEOE, José María Lacasa, entre otros- tratará de desatascar unas negociaciones que, según las previsiones iniciales, deberían culminar en un acuerdo de reforma laboral a finales de abril, pero que las partes ya no ven factible hasta mayo o incluso el mes de junio.
Como sucediera hace exactamente una semana, la reunión 'a tres bandas' tendrá lugar por la tarde. Las mismas fuentes indicaron que la reunión pretende ser discreta, aunque previsiblemente servirá para que, al menos desde el frente sindical, se presenten nuevas propuestas en busca de una posición común.
La razón es que el texto de 14 páginas que el Gobierno puso encima de la mesa el pasado lunes no convence ni a sindicatos ni a empresarios y ha desatado la polémica al plantear lo que muchos han considerado un abaratamiento del despido en los contratos de fomento del empleo.
Las medidas de la discordia
En concreto, el Ejecutivo de Zapatero plantea impulsar el contrato de fomento del empleo igualando el coste de la indemnización del despido improcedente por causas económicas y disciplinarias, como sucede en el contrato indefinido ordinario, en 33 días.
En la actualidad, el contrato de fomento sólo contempla una indemnización de 33 días en el caso de despido improcedente por causas económicas, con lo que la medida propuesta por el Gobierno extendería esta modalidad más barata también a aquellos despidos por causas disciplinarias, que actualmente tienen una indemnización de 45 días.
Además, y en lo que se ha visto como una concesión a las tesis de la CEOE, el Gobierno ha llevado a la mesa la propuesta de que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), que se compone de fondos que abonan los empresarios, asuma "con carácter transitorio y excepcional" parte de los costes de despidos colectivos y objetivos, como ya ocurre para el 40% de las indemnizaciones de las empresas de menos de 25 trabajadores.
UGT pide a Corbacho que "reoriente" la propuesta
Los sindicatos ya han mostrado su animadversión a lo que consideran abrir la puerta al abaratamiento del despido, por lo que han pedido al Gobierno, en palabras del secretario general de UGT, Cándido Méndez, que "reoriente" su propuesta.
En esta misma línea, el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, cuestionó tales planteamientos por el "tufillo" a reducción de los costes del despido. "El documento se sesga hacia el asentamiento de que la estabilidad del empleo depende de los costes del despido y las causas y regulación de éste", reprobó por su parte Toni Ferrer.
Mientras, desde la patronal se ha proyectado una imagen titubeante. El primero en salir a la palestra fue el vicepresidente de la CEOE, Joan Rosell, quien calificó de "buen punto de partida" el documento del Gobierno, lo que se interpretó como la confirmación del 'guiño' de Zapatero a los empresarios.
Sin embargo, el líder de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, en un principio se alineó con Rosell con un "amén a todo lo dicho", sólo tardó 24 horas en rectificar y cuestionar la reforma del Ejecutivo. "No podemos valorar el documento como positivo, porque es bastante ambiguo y no concreta nada", criticó.
Tanto antes como después de que el Gobierno presentara su nueva propuesta de reforma laboral se especulaba con un rebaja de las cotizaciones sociales, algo que desde el Grupo Socialista se ha empeñado en desmentir: "No hay ninguna propuesta de rebaja de las cotizaciones sociales", reiteró la portavoz socialista en la Comisión del Pacto de Toledo, Isabel López i Chamosa.
Tampoco se esconde cierto optimismo desde el Gobierno, a tenor a la reflexión de la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, que descartó un rechazo a la propuesta por parte de sindicatos y empresarios , al rebajar las críticas a "apreciaciones". Y se aventuró a asegurar: "Habrá acuerdo en breve".