La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, no encuentra herramientas para frenar la sangría laboral, a pesar de que desde todos los foros internacionales y nacionales se le han aportado ideas para hacer una reforma laboral profunda, que prime la creación de empleo, reduzca la carga que soportan las empresas a la hora de contratar y acabe con el actual sistema de negociación colectiva que, en España, crea paro.
Salgado ha mostrado su rechazo a todos estos instrumentos para no enfadar a CCOO y UGT, los dos sindicatos más subvencionados de España y que marcan al Gobierno las pautas sobre las que gira el mercado laboral español.
Como consecuencia, España va camino de los cinco millones de parados, con un gran volumen de desempleados de larga duración que sufren la irresponsabilidad sindical, basada en el subsidio como única forma de luchar contra la crisis.
Este martes, la vicepresidenta ha dado un paso más en su apoyo a los sindicatos y se ha mostrado dispuesta a promover la reducción de la jornada laboral y que sea el Estado (es decir, lo contribuyentes) la que cubra la parte de salario que pierde el trabajador a través de prestaciones sociales. Es exactamente la misma idea que lanzó hace una semana el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.
Salgado (como Toxo) parece olvidar que la caja del Estado se nutre del dinero que aportan los ciudadanos y las empresas, es decir, que si se llevara a cabo su reforma serían los contribuyentes los que pagarán a personas por horas de trabajo no realizadas. Además, el mantenimiento de empleo artificial con salarios fuera de mercado (que es lo que plantea Salgado) eleva el déficit, obligando al Estado a emitir más deuda y subir impuestos para financiar el agujero entre ingresos y gastos.
Para justificar la medida, la vicepresidenta hace referencia al caso alemán. De lo que se trata, según Salgado, es de los trabajadores de empresas con problemas tengan "la opción de poder compatibilizar una prestación por desempleo, es decir, un pago realizado desde los presupuestos públicos, con el mantenimiento de algunas horas de trabajo". "Ha sido el sistema utilizado en Alemania estos últimos meses", resalta la vicepresidenta.
Pero este enfoque es parcial, ya que Alemania ha acompañado esta medida de políticas activas de empleo destinadas a crear puestos de trabajo nuevos, algo que en España brilla por su ausencia. Las políticas aprobadas por el Gobierno germano se pretenden "lograr una reinserción laboral más rápida de los demandantes de empleo o de puestos de formación, además de promover programas preventivos para personas con pocas oportunidades en el mercado laboral".
Salgado deja en manos de los sindicatos el que se adopte este nuevo sistema de subsidios en España. "Si ha tenido buenos resultados en otros países, y si en nuestro país las organizaciones sindicales, al menos las dos organizaciones sindicales más importantes, están dispuestas a hablar de este tema, el Gobierno también lo está", ha indicado Salgado en rueda de prensa al término de la reunión mensual de ministros de Economía de la UE, informa Europa Press.
Finalmente, la vicepresidenta económica apoya la intención de los sindicatos de que la reducción de jornada sea el tema en el que se centre el diálogo social durante las próximas semanas. Sindicatos y patronal han expresado su disposición a desbloquear el diálogo social, paralizado desde antes del verano, una vez que se concluya la negociación de los convenios colectivos para 2010.
"Algún sindicato ya ha manifestado su propuesta de que desearía que sobre este tema pudiéramos tener conversaciones y así lo vamos a hacer en las próximas semanas", sentencia Salgado.
A CEOE también le gusta la idea
Por su parte, el secretario general de la CEOE, José María Lacasa, abrió la puerta a que la patronal apoye la idea de Salgado y CCOO. Mostró su "disposición" de la patronal a analizar con el Gobierno y los sindicatos fórmulas de "flexibilidad" laboral como la que consiste "en combinar reducción de jornada con prestaciones por desempleo".
"Estamos trabajando activamente en buscar fórmulas que introduzcan una mayor flexibilidad en el funcionamiento interno de las empresas para que puedan adaptarse con mayor rapidez a los campos que exige la economía global", afirmó Lacasa.
"Nos gustaría entrar a analizar propuestas de este tipo, no solamente con los sindicatos, sino también con el Gobierno", añadió el secretario general de la patronal, poco después de participar en la apertura de la 44 reunión de altos ejecutivos del Forum Iberoamericano sobre Seguridad de Suministro, Crecimiento Sostenible e Integración Regional.
En todo caso, Lacasa dijo que la CEOE "desconoce" una posible propuesta de la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, sobre este asunto, y advirtió de que esta cuestión podría tratarse "en una tercera fase", esto es, después de que se cierre la negociación de los convenios colectivos de 2009 y de 2010.
"Nos gustaría analizar este tipo de prácticas, que están funcionando en otros países europeos muy importantes, para ver cómo las podemos utilizar en España", concluyó Lacasa.