Zapatero ha anunciado este miércoles en el Congreso, en la sesión de control que abre el curso político, un aumento de la presión fiscal próximo al 1,5% del PIB para el conjunto de las Administraciones Públicas (unos 15.000 millones de euros), aunque se negó a concretar qué tipo de subidas fiscales pretende aplicar.
Según el presidente se trata una subida "moderada" de impuestos, que implica que la presión fiscal sea inferior a la de 2004 y "apreciablemente" por debajo de la media europea. El objetivo es garantizar las necesidades de protección social y de la inversión en infraestructuras. Además, ayudará a reducir el déficit para volver a la estabilidad presupuestaria.
En su comparecencia extraordinaria en el Congreso, Zapatero destacó que tanto en los Presupuestos Generales del Estado de 2010 como en la Ley de Economía Sostenible se producirán algunos "ajustes fiscales", unos al alza y otros a la baja. Además, indicó que ese incremento fiscal representará una contribución a la reducción del déficit equivalente a la que se va a conseguir con los recortes en el gasto público.
El presidente del Gobierno afirmó que el desempleo y la pérdida del tejido empresarial perdurarán durante algún tiempo en la economía española aún cuando se alcance la recuperación económica, y añadió que se tardará un tiempo "considerable" en digerir las consecuencias de la crisis.
Por otro lado, reiteró que los Presupuestos Generales para 2010 que está elaborando el Gobierno son los "más austeros de los últimos años", ya que ha reducido el límite de gasto público un 4,5% interanual. Pese a ello, en realidad, el Ejecutivo ha incrementado casi un 15% el límite de gasto, tal y como reveló Libertad Digital.
Zapatero aseguró que los Presupuestos Generales del Estado del año que viene "serán también un instrumento al servicio de la reactivación" económica. Insistió en que las cuentas de 2010 serán las más austeras de los últimos años y continuarán con el proceso de reducción de gasto iniciado en 2009. En esta ocasión, recordó, el gasto se reducirá el 4,5% con respecto a la liquidación de 2009, "8.900 millones de euros que van a suponer una depuración exhaustiva de todo gasto no estrictamente prioritario en la coyuntura actual".
Zapatero añadió que esto permitirá concentrar el máximo de recursos en los dos principales objetivos para 2010: mantener el gasto productivo necesario para reforzar el potencial de crecimiento de la economía y favorecer el cambio de modelo de crecimiento y garantizar la protección social.
Reunión con el PP
En este último caso señaló que el Gobierno mantendrá su compromiso en materia de prestaciones por desempleo, dependencia y sobre las pensiones. Añadió que las pensiones en general mantendrán su poder adquisitivo y las pensiones mínimas "lo mejorarán claramente".
Zapatero anunció que convocará a Mariano Rajoy a una reunión para estudiar la situación de las cuentas públicas, en la que le pedirá al líder del PP que especifique en qué partidas defiende que se aplique la reducción del gasto.
En su réplica a los grupos parlamentarios, Zapatero consideró que "sería muy difícil" promover un pacto global para atajar la crisis dadas las "divergencias ideológicas" en materia económica que muestran las distintas fuerzas políticas del arco parlamentario, aunque sí se mostró dispuesto a discutir cuestiones concretas.
Zapatero avisó a Rajoy de que le invitará a discutir "las horas que hagan falta" sobre la reducción del gasto público, aunque advirtió de que ése "no es el tema capital" como defiende el líder del PP, y sí lo es "garantizar la protección social", sobre todo la de los más desfavorecidos por esta situación.
Durante el debate en el Congreso sobre la situación económica, Zapatero indicó que existen "indicios" de que el "peor momento" de la crisis ha pasado ya, pero admitió que España sigue inmersa en una crisis "intensa", que sólo se podrá dar por superada cuando se vuelva a crear empleo de forma "estable".
La destrucción laboral es "muy preocupante"
Según Zapatero, la mejora de algunos indicadores económicos no significa "en absoluto que la recuperación económica ya esté aquí o que vaya a materializarse con rapidez" y, por ello, se comprometió a mantener los estímulos fiscales contracíclicos, continuar con las reformas del mercado financiero y garantizar la protección social, con el fin de que nadie quede "descolgado".
El jefe del Ejecutivo, que situó el "epicentro" de la crisis entre el último trimestre de 2008 y el primero de 2009, indicó que el cambio de tendencia observado en el segundo trimestre de este año, con una menor caída del PIB en tasa intertrimestral, está siendo "igualmente refrendado" en el tercer trimestre y, para demostrarlo, citó algunos indicadores, como la mejora del clima económica, de las matriculaciones de turismos o la demanda de energía eléctrica.
En materia de empleo, afirmó que, a pesar de que tanto las cifras del paro como de afiliación a la Seguridad Social siguen siendo aún "muy preocupantes", comienza a observarse un "menor deterioro".