Menú

El PP no evita el 'cordón sanitario' en Cataluña pese a abanderar el rechazo al boicot comercial

La iniciativa contra el boicot sale adelante entre ataques de la izquierda y los separatistas. Rajoy visita este miércoles las bodegas Freixenet.  

La iniciativa contra el boicot sale adelante entre ataques de la izquierda y los separatistas. Rajoy visita este miércoles las bodegas Freixenet.  
Xavier García Albiol y Soraya Sáenz de Santamaría. | EFE

Para la izquierda y los nacionalistas, el PP sigue siendo un partido que hace de "bombero pirómano" en Cataluña, según decía este martes la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles, que actúa de forma "vergonzosa" como afirmaba la número dos de Podemos, Irene Montero, o que es directamente "anticatalán", como aseguraba el portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano.

La Proposición no de Ley de los populares debatida en el último pleno de 2017 en el Congreso de los Diputados en contra del boicot a los productos catalanes, una postura reiterada en público por Mariano Rajoy durante todo el proceso secesionista, recibirá en la votación de este miércoles (veinticuatro horas después del debate de la iniciativa) apoyos suficientes para salir adelante, pero no evitará que los populares sigan dentro de un particular cordón sanitario compartido con Ciudadanos.

El partido naranja respaldaba la iniciativa, aunque su portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, lamentaba el fallo de "estrategia" de los populares al plantear la cuestión. "En el ABC de la estrategia está el no hablar del boicot. Se lo dirán los empresarios afectados" le espetaba desde la tribuna de oradores Girauta al diputado del PP, José Ignacio Llorens.

Duras críticas de la izquierda y nacionalistas

Antes que Girauta, intervenía el diputado del PDeCAT, Ferran Bel, acusando a los populares de utilizar el hemiciclo como "espacio electoral" y profetizando un desastre de los populares el 21-D: "No les va a votar ni el tato".

Bel interrogaba en alto a Llorens, algo que provocaba un apercibimiento del vicepresidente de la cámara baja, Ignacio Prendes, sobre "quién es el responsable" del boicot a los productos catalanes. El popular Llorens lo señalaba con el dedo desde su escaño y Bel, contestándose, aludía a la recogida de firmas hace una década del PP contra el Estatuto de Cataluña, que el Tribunal Constitucional recortó en 2010.

Argumentos muy parecidos al del exconvergente empleaba a continuación el diputado socialista José Zaragoza, histórico dirigente del PSC, que aludía igualmente a la recogida de firmas contra el Estatuto, aunque reconocía no poder estar en contra del "texto de la propuesta".

"El boicot a los catalanes son los palos que nos dieron el uno de octubre" afirmaba, por su parte, el portavoz adjunto de ERC, Gabriel Rufián.

"Ustedes no son creíbles para hablar de esto", reprochaba la diputada de Unidos Podemos, Aina Vidal, al PP. "Esta propuesta sólo busca ahondar en la confrontación. Si quieren hacer algo realmente por Cataluña y por España, hablen y hagan política, y dejen de hacernos perder el tiempo con proposiciones que solo son sal en una herida".

Rajoy, en las bodegas Freixenet

En paralelo al debate en el Congreso, promovido por el PP, el Ejecutivo articuló toda una ofensiva en defensa de los productos catalanes. Soraya Sáenz de Santamaría, de nuevo en esta comunidad, fue especialmente vehemente. "El boicot es irracional, es contrario a la convivencia, a la interrelación de nuestra economía y a nuestros lazos económicos, afectivos y sociales", defendió la vicepresidenta. "Nadie tiene que pagar las consecuencias de la irresponsabilidad del exgobierno de la Generalitat", añadió, tras mantener un encuentro con empresarios.

El presidente del Gobierno ya pidió públicamente el fin del boicot y este miércoles visita las bodegas Freixenet junto a José Luis Bonet, el dueño de las mismas. Ministros y altos cargos del partido repiten en las últimas horas el mismo mensaje: "Quiero mostrar nuestro respaldo a las empresas y productos catalanes que no son responsables de la insensatez de quienes han colocado a la comunidad en el precipicio", en palabras de José Antonio Bermúdez de Castro. La iniciativa llevada a la Cámara Baja, según Santamaría, pretende actuar como un "altavoz para el conjunto de España, para ayudar a que entre todos Cataluña supere la pesadilla que, en términos sociales y económicos, ha supuesto el procés".

Temas

En España

    0
    comentarios