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Rajoy no descarta verse con Mas y pide evitar los "nervios" ante el desafío

El presidente, que se ve fuerte, pide "tranquilidad" y no adelantarse a los hechos. Si se ve con Mas, le dirá que avanza hacia la ilegalidad.

Mariano Rajoy defiende su manejo de los tiempos. "Tranquilidad. Lo que no hay que hacer es ponerse nerviosos", argumenta. Cree que el tiempo le dará la razón y al final "la cosa terminará bien". Esto es, que Artur Mas acabará cediendo y no se celebrará la consulta. Si bien, en privado, miembros del Gobierno comparten la tesis de que la "división" ya es una realidad en Cataluña y es necesario hacer "mucha pedagogía".

Cataluña, un año más, centró la tradicional copa de Navidad de Moncloa. Al presidente se le vio muy relajado, estuvo largo rato con los informadores y un buen puñado de rostros conocidos. "Si hay gente nerviosa, hay que intentar que no lo estén", fue uno de sus comentarios más recurrentes. Otro fue que su posición quedó fijada el pasado jueves 12 y que no va a caldear más el ambiente; algo, interpretan, que es lo que buscan desde el lado secesionista.

Si finalmente se reúne con Mas, tal y como él le reclama, lo hará partiendo de la base de que no aceptará la consulta ni negociará sobre ella. Ésta es la línea roja, reiteró con claridad. "Yo he fijado mi posición. ¿Una reunión para qué? No sé de qué vamos a hablar", expuso de manera distendida.

En todo caso, el encuentro tiene visos de producirse si se solicita. "Ya veré", zanjó Rajoy, incidiendo en que aún no ha recibido una petición formal. La duda reside en el formato de la cita: si será discreta, como la última vez, o pública, como se decantan ahora fuentes próximas al jefe del Ejecutivo para evitar suspicacias. "No seremos nosotros los que rompamos el diálogo, pero Mas tiene que tener muy claro que no vamos a aceptar chantajes", se asegura desde el Ejecutivo.

Rajoy se ve fuerte ante el órdago separatista. "A ver a quién le da más vértigo", llegó a decir. Cuenta con el respaldo de Alfredo Pérez Rubalcaba, para él decisivo, y también de sus aliados en la UE. De hecho, París y Londres hicieron ver recientemente a su equipo la "confusión" que ha generado la doble pregunta de la Generalidad. Desde Moncloa se felicitaron de que la campaña internacional de Mas no cuente prácticamente con ningún apoyo sólido.

"De mí no se puede esperar ninguna ocurrencia", resumió sobre lo que pueda estar por llegar. El presidente instó a no adelantar acontecimientos, mientras los suyos vendían la teoría de que Mas "gana tiempo" y aprueba sus Presupuestos pero es consciente de que no podrá celebrar la consulta. De momento, aducen, nada es "ilegal".

En 2014, el presidente seguirá viajando a Cataluña -se baraja que la convención nacional del PP sea allí- y el Estado ayudará como ha hecho hasta ahora económicamente a la Generalidad. El Estado ya le ha concedido más de 29.000 millones en dos años. Sobre la financiación autonómica, uno de los grandes temas del año venidero, Rajoy trató de alejar fantasmas: "Se negociará con todas las comunidades".

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