Era un secreto a voces. Tras su salida del Gobierno, lo que le provocó un gran enfado, José Manuel García-Margallo admitió este lunes que durante su etapa en el Ejecutivo tuvo discrepancias tanto con Soraya Sáenz de Santamaría como con Cristóbal Montoro. Unas fricciones sobre "la visión de España" y cómo afrontar la relación con Cataluña, según desveló en la Cadena Ser. La distancia entre la vicepresidenta y el que fuera titular de Exteriores era tal que rara vez se les veía juntos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
Según el relato de Margallo, él era partidario de una reforma del sistema de financiación autonómica "pero el ministro de Hacienda no creía que fuese necesario en estos momentos". Además, "la vía de aplicar la norma y llevar todas las cuestiones a los tribunales es judicializar la vida política y eso nos lleva a un choque de trenes, a un conflicto, y eso es lo que hay que evitar", se quejó en la citada emisora.
A su juicio, hay que "ser muy firme en las líneas esenciales" como defender la unidad de España y la soberanía nacional pero "muy flexible en aquellas cosas que han producido un auge del separatismo en poco tiempo", según recoge la agencia Europa Press. En este punto, además de la inversión en infraestructuras y el respeto a la identidad cultural, aludió al sistema de financiación autonómica, que produjo "distorsiones y discriminaciones muy importantes y ha generado el ‘España nos roba’". "Es obvio que eso no se satisface con préstamos, como se ha venido haciendo", añadió.
En esa línea, dejó claro que había discrepancias sobre "lo que debe ser la unidad, la cohesión y cómo ganarse el afecto de los catalanes que se han sentido molestos con la actuación del Gobierno". A su modo de ver, "en política hay que mantener siempre los puentes abiertos".
La división del Gobierno
Sobre la división del antiguo gabinete, Margallo está convencido de que el grupo del que formaba parte seguirá reuniéndose porque son todos "amigos", y "probablemente los más fieles a Mariano Rajoy". Como miembros de ese grupo mencionó a los ex ministros Ana Pastor, Miguel Arias Cañete y José Manuel Soria y la ministra de Agricultura Isabel García Tejerina.
Ese grupo, reconoció, tenía una "visión del gobierno muy distinta que otro grupo que también tenía ciertos vínculos de amistad y solidaridad interna". "La vicepresidenta es obvio que lidera un grupo y que tenía una visión de lo que es España distinta a la mía", sentenció.
Margallo confirmó que él estaba "dispuesto a seguir" como ministro pero aseguró que entiende su sustitución y que no le pidió ninguna explicación al presidente. Este diario publicó la protesta de una parte importante del PP ante el hecho de que Margallo "filtrara"a los medios que tanto él como Jorge Fernández Díaz no iban a estar en el nuevo Ejecutivo.