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Elecciones en Perú: triste panorama de una campaña mediocre

Perú buscará nuevo presidente el 10 de abril y la campaña brilla por su mediocridad: ataques, denuncias y burlas.

Perú buscará nuevo presidente el 10 de abril y la campaña brilla por su mediocridad: ataques, denuncias y burlas.

Una mujer con poca experiencia laboral pero con un apellido que destaca en Perú, un empresario de la educación acusado de varios plagios, dos expresidentes muy cuestionados, dos economistas –uno con experiencia de gobierno y otro algo improvisado–, un empresario que manda a todos al "carajo", un periodista, una representante de la izquierda y hasta un político en la cárcel. Este es el triste panorama de una campaña electoral peruana que parece más atenta a las acusaciones y ataques que a las propuestas serias en un país donde existen diversos problemas y que elige el próximo 10 de abril al sucesor del presidente Ollanta Humala.

Las campañas electorales en el Perú de los últimos años nunca se han caracterizado por la presentación de propuestas serias para solucionar los problemas que padecen los peruanos o por los debates alturados entre los principales candidatos. Sin embargo, parece ser que la actual supera todas las anteriores por su mediocridad.

Keiko Fujimori es la candidata con mayor intención de voto desde hace ya varios meses. Exdiputada entre 2006 y 2011, no se le conoce muchas acciones legislativas de relevancia y su presencia al frente del fujimorismo responde a que es hija de Alberto Fujimori, un hombre que gobernó el Perú entre los años 1990 y 2000 y que actualmente se mantiene preso por delitos de lesa humanidad. De hecho, mucho creen que la candidata no estaría en ese lugar si no tuviera un apellido que aún despierta simpatía de un 30% de los electores. Tiene dos principales problemas. El primero es que mantiene en sus filas a personajes muy ligados a su padre. El segundo es el alto nivel de rechazo que despierta entre los peruanos, lo que podría traerle problemas en una posible segunda vuelta.

Detrás de ella se ha ubicado Julio Guzmán, un economista que fue viceministro de Humala (aunque no se presente por su partido), y que se ha convertido en la verdadera cara nueva de estas elecciones por la agrupación Todos por el Perú (TPP). Por ahora esto no le asegura nada ya que el organismo electoral del Jurado Nacional de Elecciones aún no confirma su candidatura –a poco más de un mes de las elecciones– por una serie de problemas en su inscripción, lo que podría demostrar su falta de experiencia en estos temas, y que le resta posibilidades para convencer a parte de los indecisos. Por el momento es la principal amenaza de Keiko Fujimori.

Más abajo están dos expresidentes: Alan García (1985-1990 y 2006-2011) y Alejandro Toledo (2001-2006). Ambos parecen no tener posibilidades y, en caso de seguir en carrera, corren el riesgo de un auténtico desastre. El APRA de García llega a estas elecciones en alianza con el Partido Popular Cristiano (PPC), el partido más conservador del Perú. Ambos candidatos hablan mucho de su pasado en el gobierno aunque García prefiere evitar mencionar su primer periodo en el que dejó al Perú en el peor momento de su historia con una enorme crisis económica.

Otro que ha tenido experiencia de gobierno es Pedro Pablo Kuczynski: fue ministro de Energía y Minas en 1980 y posteriormente Primer ministro y ministro de Economía en la gestión de Toledo. Es uno de los pocos que no tienen acusaciones de corrupción y despierta la simpatía de muchos jóvenes aunque no al nivel de las últimas elecciones de 2011 cuando logró un importante tercer lugar.

Un caso aparte es el de César Acuña, un empresario que ha hecho su enorme fortuna en el sector de la educación: es propietario de la Universidad César Vallejo de Trujillo además de otros centros educativos y hasta de un equipo de fútbol de primera división. En las últimas semanas estuvo siempre segundo en las encuestas con cifras cercanas al 15%. Pero todo esto se difuminó después de las diversas acusaciones de plagio. Una de ellas involucró su tesis doctoral que presentó en la Universidad Complutense de Madrid y otra tuvo que ver con una publicación cuyo autor es profesor de su universidad. Su imagen está debilitada y no se espera que remonte.

Además de estos últimos, otros dos candidatos de relevancia: Alfredo Barnechea, periodista y escritor, representa a Acción Popular, un partido de mucha historia en el Perú y cuya candidatura ha comenzado a subir poco a poco en especial entre los jóvenes por tener una posición seria. Como representante de la izquierda está Verónika Mendoza, exaliada de Humala pero que se alejó de sus filas. Algunos la critican por no ser clara en sus posiciones, en especial al referirse a importantes temas de la región como la crisis en Venezuela.

La lista es larga como un empresario que comenzó su campaña con vídeos en el que mandaba a todos los políticos tradicionales "al carajo", o incluso un político acusado de varios procesos de corrupción y que hace su campaña desde una cárcel. Lo más increíble es que llegó a participar vía telefónica en uno de los debates entre algunos candidatos.

Quedan poco más de cinco semanas de una campaña donde aún todo puede pasar. Algunas candidaturas tal vez abandonarán la campaña y otras se verán obligadas a hacerlo por decisiones administrativas o reclamaciones de adversarios o ciudadanos. El hecho es que Perú vive una de sus campañas más revueltas con exceso de acusaciones o ausencia de propuestas serias.

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