José Blanco no mentía cuando el lunes afirmó que la celebración de un Congreso Extraordinario no estaba en los planes del partido. No había salido aún a relucir en sus conversaciones con José Luis Rodríguez Zapatero, ni las que había tenido con ‘barones’ ni con otros "referentes" del PSOE.
No dijo quiénes eran esos referentes, ni si quiera cuando se le preguntó si entre ellos se encontraba el ex presidente del Gobierno. Tampoco desveló quién le había llamado a las 7 de la mañana de aquél lunes, tan sólo horas después de la debacle electoral.
Mucho ha cambiando el escenario socialista desde la rueda de prensa del vicesecretario general de los socialistas en Ferraz. Pero no la postura del "referente" por antonomasia del PSOE: Felipe González.
Después de la renuncia forzada de Carmen Chacón a presentar su candidatura a las primarias, González escribe una extensa carta abierta en El País, diario que apoya activamente a Rubalcaba.
En él, el ex presidente rompe su silencio y se muestra contrario a un proceso de primarias: "Yo me inclino por una reflexión interna en el Comité Federal que nos conduzca a una sola candidatura de consenso". Es decir, a la Alfredo Pérez Rubalcaba.
"Ante un desacuerdo, que no deseo, en el Comité Federal, Rodríguez Zapatero tiene la llave", señala González. Pero no sólo el dirigente socialista se posiciona a favor de lo que es previsible que suceda (no se prevén primarias; Rubalcaba será aclamado candidato del PSOE para las próximas elecciones generales y tampoco habrá, por el momento un Comité Extraordinario que elija un nuevo secretario general con una nueva cúpula en el PSOE), sino que entrega a los suyos la hoja de ruta a seguir en donde vuelve a ofrecerse al partido.
"No entraré en un debate de primarias que no veo oportuno, aunque estaré, con mi criterio, siempre disponible para este partido al que he dirigido y contribuido a que sea la alternativa de poder desde criterios socialdemócratas durante gran parte de mi vida. (...) No estaré por oportunismos de cambios radicales de orientación".
En definitiva, se muestra a favor de que no haya primarias y tampoco Congreso Extraordinario; que Rubalcaba sea aclamado candidato único y que se cumpla el deseo de Zapatero de agotar la legislatura. "Para España, lo mejor es continuar las reformas, agotando ese tiempo democrático que resta de legislatura. (...) Es la hora de la verdad. Demostremos que somos la mejor respuesta para nuestra sociedad".
Dentro de una hora escasa, a las seis de la tarde, Zapatero, Blanco y Chaves, se reúnen en Ferraz con los barones y secretarios territoriales para intentar limar asperezas y consensuar una postura común con la afrontar mañana, sábado, el Comité Federal.