Un artefacto ha explotado esta madrugada, pasadas las 6:00 horas, a las puertas de la casa natal del expresidente de la Xunta y presidente fundador del PP, Manuel Fraga, en el ayuntamiento lucense de Villalba, y ha provocado algunos daños materiales como la rotura de la puerta de entrada del inmueble y de cristales de algunas viviendas adyacentes.
Según han explicado a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno, ya se han trasladado al lugar agentes de la Guardia Civil, de la Policía Judicial y de los Tedax para recabar muestras sobre el terreno, por lo que la zona permanece acordonada. Según las primeras hipótesis se trata de una bomba compuesta por una bombona de cámping gas a la que se habría añadido pólvora.
El alcalde de Vilalba, Gerardo Criado, ha asegurado a Europa Press que "está claro" que la bomba es de fabricación casera y que "no era de mucha potencia", a la vista de que "no hay muchos daños materiales", más que en la puerta acristalada del inmueble, que se vino abajo, y la rotura de cristales de viviendas próximas y el cartel de un negocio comercial cercano.
El servicio de emergencias del 112 recibió el aviso de un particular en torno a las 6:20 horas, mediante una llamada telefónica en la cual alertaba de que había escuchado "un ruido muy fuerte" en la casa natal de Fraga y que habían reventado cristales de su vivienda y de otras próximas. Por ello, fue movilizada la Policía Local, los Bomberos, la Policía Judicial y Protección Civil y se dio aviso al Ayuntamiento de Vilalba.
La casa en la que nació Manuel Fraga se ha convertido en una fundación y, tras más de un año de obras, se le estaban dando los últimos retoques de rehabilitación para abrirla al público en un acto de inauguración que estaba previsto para el próximo viernes. El artefacto fue colocado en la puerta de entrada, situada en la rúa da Pravia, muy céntrica en el municipio de Vilalba.
Está ubicada enfrente de la Alameda, precisamente donde el verano pasado aparecieron pintadas ofensivas contra el veterano político. No obstante, el alcalde de Vilalba desvinculó ambos episodios porque las pintadas "fue algo anecdótico relacionado con un partido de fútbol". En el caso de la explosión, no le consta ningún tipo de reivindicación, ni que existiese ningún tipo de posible malestar por la próxima apertura de la Fundación Fraga.
"Somos 16:000 habitantes e, independientemente de la política, a Don Manuel lo vemos como una persona entrañable, ya que en su trayectoria siempre ejerció de vilalbés. Esto nos coge por sorpresa y no había ningún indicio", ha subrayado el regidor, quien reivindicó que la figura de Fraga "trasciende a la política" y que el suyo es "un pueblo tranquilo" en el que "nunca había ocurrido nada similar".
"Me extraña que pueda haber personas que alteren la paz social con actos sin ningún tipo de argumentos y completamente condenables", ha señalado Gerardo Criado, que ya ha recibido la llamada del consejero de Presidencia, Alfonso Rueda, que está al frente de la Xunta durante el viaje que realiza Alberto Núñez Feijóo por Panamá y México.
En los últimos tiempos, en Galicia se han registrado explosiones en sedes de partidos políticos, sin que hubiese que lamentar víctimas, pero sí se han provocado daños materiales. El último de estos atentados a pequeña escala ocurrió a mediados del pasado mes de junio en la sede del PP de Ordes (La Coruña) y fue vinculado con el entorno del independentismo radical.
El delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo, ha manifestado este lunes que, "por las características del artefacto" empleado para una explosión en la casa natal del expresidente de la Xunta y presidente fundador del PP, Manuel Fraga, "todo parece indicar que sea cosa de Resistencia Galega", grupo de la esfera del independentismo radical al cual se ha relacionado con hechos similares anteriores registrados en esta comunidad.
Por su parte, en declaraciones a los medios tras inaugurar las nuevas instalaciones del cuartel de la Guardia Civil en Santa Comba (A Coruña), el secretario de Estado de Seguridad, Justo Zambrana, ha mostrado su "rechazo" a este tipo de actuaciones, sean de "alta o baja intensidad", y ha remarcado que los cuerpos de seguridad trabajan para determinar la autoría de los hechos, para que "puedan ser detenidos y ponerlos a disposición judicial".