La reforma sólo busca la impunidad penal del poder, con una fiscalía que obedece ciegamente al poder tendremos que nunca acusará al poder y gracias a lo rápido que prescriben los delitos podrán quedar impunes.
Además con una fiscalía haciendo la instrucción del caso ya pueden darse por jodidos aquellos que le caigan mal al poder, el fiscal podrá intruir un caso escogiendo la pruebas inculpatorias y perdiendo la exculpatorias, ya que como ha quedado demostrado se mancha con el polvo del camino, así la defensa estará sola en conseguir las pruebas exculpatorias.
En fin, están tomando la justicia manu militari.
De aprobarse esta ley, con un ministerio fiscal sometido a una rígida disciplina y con un fiscal general al servicio del gobierno de turno, lo poco que quedaba de estado de derecho, seguridad jurídica e independencia judicial se va por las alcantarillas de la ignominia.
Recomiendo a cualquier joven que aprenda un segundo o tercer idioma (inglés o alemán) con nivel alto y que emigre a un país de Europa central o Norteamérica (EE.UU. o Canadá). Le espera un futuro muchísmo mejor que en este país tan decadente.
No me gusta nada que la instrucción recaiga en el fiscal.
Aún me gusta menos que este gobierno meta mano en la regulación de la acusación particular!