Pese a que el fiscal Carlos Bautista pretende quitar importancia al papel que podría desempeñar Antonio Camacho lo cierto es que ha dejado aún más dudas sobre la importancia de la declaración del secretario de Estado de Seguridad y número dos de Rubalcaba.
La Fiscalía afirma que "necesariamente" el que era director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, tuvo que informar sobre la operación contra la red de extorsión de ETA a Camacho. Para el fiscal "se trataba de una operación antiterrorista de la que, necesariamente, el secretario de Estado de Seguridad debe estar al corriente", según recoge El Mundo.
Según los autos del juez Ruz, tanto García Hidalgo como Camacho contactaron telefónicamente en tres ocasiones el 3 de mayo de 2006, víspera del chivatazo, y otras dos el mismo día de los hechos.
En un intento de apoyar la versión de Interior, el fiscal estas llamadas fueron "ajenas" al chivatazo y que por ello una declaración del secretario de Estado ante el juez "ni añade ni quita nada a la secuencia telefónica señalada por el equipo investigador, ni aporta nada al esclarecimiento de los hechos". Por el contrario, dice que estas llamadas "obedecen a la lógica y natural relación diaria entre órganos ministeriales y son ajenas al contexto de tiempo y lugar en el que se desarrollan los intercambios de llamadas de los imputados".
Esto contradice lo dicho por el propio Rubalcaba tanto en las preguntas respondidas por escrito al PP así como en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros de este viernes. El titular de Interior respondió con un rotundo "no" cuando le preguntaban si Camacho mantuvo algún contacto con el director general de la Policía el día del chivatazo.
