(Libertad Digital) José Gabriel Ramón, Alejando González Raga, Pedro Pablo Álvarez y Omar Pernet forman parte del Grupo de los 75, encarcelados en la ola represiva de dictadura castrista en la primavera negra de 2003. Recién llegados a España tras ser excarcelados por el siniestro régimen comunista, relataron en una rueda de prensa en Madrid los horrores y maltratos sufridos por culpa de esta dictadura tan vitoreada por la izquierda española.
Pernet relató que había presos más enfermos que él, también en silla de ruedas, y no se les excarceló. "No se nos dio la libertad, se nos dio a escoger entre el exilio y seguir en prisión. Si aceptábamos el exilio seguíamos presos y si nos veían en las calles de Cuba nos volvían a coger presos", explicó en un emocionado relato. "Esto no es una libertad, esto es un destierro".
En este sentido, Pernet contó que no les habían dejado despedirse de sus familias ni mucho menos permitir que sus más allegados les acompañaran a España. No les comunicaron el país al que les iban a trasladar hasta que no llegaron a La Habana. "Allí me enteré de que iba a viajar a España, las autoridades del Gobierno español quisieron entrevistarse con nosotros antes de montar en el avión y no pudieron hacerlo, sólo les dejaron hablar con nosotros al subir al avión". "Estoy sin familia, sin familia de sangre, porque otra familia tengo mucha aquí", dijo en referencia a sus compañeros liberados, al exilio cubano en España "que me ha abrazado" y "a los españoles, que me han acogido muy bien".
"Tengo secuelas, desgraciadamente, del Gobierno cubano, tras 20 años de prisión en diferentes etapas", acabó Omar Pernet con la voz entrecortada por la emoción.
Los disidentes, además, denunciaron el "entusiasmo" del Gobierno español por el "cambio nominal" de un "régimen que sigue teniendo un carácter personalista muy fuerte". Y reclamaron "solidaridad para el pueblo cubano, no para el gobierno de una sola persona".
Los cuatro representantes del Grupo de los 75 se mostraron muy escépticos con los cambios que se puedan precipitar del abandono de la vida pública de Fidel Castro. "Nosotros tratamos de participar de nuestro futuro y fuimos encarcelados. Es una realidad que está ahí presente contante y sonante", denunciaban. Es más, José Gabriel Ramón que tenía la palabra en ese momento lamentó: "Ustedes se han entusiasmado muchísimo con el traspaso de poder, pero Fidel estará ahí entre bambalinas".
En suma, recordaban que para que en Cuba se aprecien verdaderos cambios tiene que producirse una "liberación de todos los presos de conciencia que hay en todas las carceles, que quedan unos 55". "No somos conscientes de que con Raúl esto vaya a suceder", precisaron. Recordaron que venían de "vivir los horrores y maltratos a los presos políticos y a los que no lo son".