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Los expertos rebajan el crecimiento para España

 

El PSOE pide objetividad
 
LD (Luis F. Quintero) Ante las continuas revisiones a la baja del crecimiento de España para 2008 de los organismos internacionales, José Blanco pide prudencia. En opinión del socialista, estos análisis sólo representan estimaciones "pesimistas" que pueden estar erradas. Desde enero hasta abril, los organismos internacionales han bajado un punto sus previsiones. Así, si finalmente los datos oficiales corrigen estas estimaciones, lo harán a la baja.
 
El último dato ofrecido por el FMI ha sido demoledor para las previsiones de crecimiento del Gobierno. Pese a que Moncloa ya contempla la posibilidad de crecer al 1,8 este año y que el Banco de España redujo las previsiones de crecimiento del PIB hasta el 2,4, Solbes insiste en que creceremos al 3,1. No obstante, el ministro siempre ha contemplado la posibilidad de que realmente crezcamos por debajo de esta cifra. Aún así, no revisa a la baja este pronóstico, inferior al que se estableció para elaborar los presupuestos generales (cuando estimó que el PIB crecería al 3,3).
 
En base a esto, podríamos concluir que el Gobierno también ha errado en sus previsiones de crecimiento. Y un error que va más allá del prestigio que puedan tener los expertos del Ejecutivo como analistas de coyuntura económica. Ya que, en base a ese crecimiento del 3,3 por ciento, el Ejecutivo articuló un proyecto de Presupuestos Generales del Estado cuajado de promesas electorales y compromisos con determinados territorios, como Cataluña o Andalucía, a cuenta de la tan demandada deuda histórica.
 
En diciembre de 2007, con un espectacular repunte de la inflación y después de recomendar a los españoles que comieran conejo por Navidad, el Gobierno decide rebajar al 3,1 su previsión de crecimiento. Sin embargo,  no aplicó una corrección de su proyecto de presupuestos (elaborado en base a un crecimiento del 3,3). Solbes dijo que no sería necesario porque el superávit sería suficiente para hacer frente a las dificultades que de esta diferencia pudieran surgir. José Blanco pide ahora que se reste importancia a la última revisión del FMI sobre el futuro crecimiento del PIB en nuestro país. El motivo, según Blanco, es que esta institución se ha equivocado otras veces.
 
Tampoco destaca José Blanco, pese a su llamamiento a la objetividad, que todos los estudios de los analistas internacionales van corrigiendo sus previsiones a la baja. El FMI en octubre de 2007 estimó que creceríamos en 2008 al 2,7 por ciento, en enero de este año lo rebajó al 2,4 y esta semana la ha vuelto a rebajar hasta el 1,8 por ciento. Esto supondría una caída de casi 2 puntos de 2007 al 2008. Además, ya en noviembre, el FMI señaló que España será uno de los países europeos que más sufriría la crisis financiera.
 
La OCDE también se vio obligada a rebajar esta previsión. En mayo del pasado año estimó que creceríamos al 2,7 por ciento y en diciembre lo rebajó hasta el 2,5. En sus últimas estimaciones no ha ofrecido una cifra concreta para el crecimiento de nuestro país, pero destaca la fuerte exposición de España a la crisis de crédito internacional y la brusca corrección que está sufriendo el mercado inmobiliario y de la construcción dentro de nuestras fronteras.
 
Entre las entidades privadas españolas, el BBVA ha sido la primera en estimar un crecimiento inferior al 2 por ciento. En octubre de 2007 su servicio de estudios señaló que creceríamos al 2,8. En enero bajó una décima hasta el 2,7 y en su última revisión de este mes de abril dijo que el PIB podría crecer al 1,7 por ciento. Entre los analistas españoles, también destaca la previsión de crecimiento que hizo Alberto Recarte, presidente de Libertad Digital, para FAES. Según su criterio, este año podríamos crecer por debajo del 1 por ciento.
 
El deterioro de los indicadores macroeconómicos españoles es evidente. La afiliación a la seguridad social registró su peor dato desde 1994, al situarse en el 0,76 por ciento, evidenciando que la capacidad de España para generar empleo está bajo mínimos. El país tan sólo ha logrado crear 145.000 nuevos puestos de trabajo en los últimos 12 meses. Su peor registro desde 1994. Una época en la que España padecía los efectos de la recesión económica.
 
Además, el endeudamiento de las familias continúa creciendo al mismo tiempo que los precios suben. El IPCA subió en marzo hasta el 4,6 por ciento. La situación de las empresas inmobiliarias y constructoras en España es crítica, a juzgar por los análisis e informes que manejan los expertos. Son ya varias las compañías que han presentado concursos de acreedores, y las principales inmobiliarias se afanan en lograr acuerdos con sus acreedores para refinanciar sus respectivas deudas, tal y como adelantó Libertad Digital.
 
Así, se puede concluir que José Blanco puede tener razón y que finalmente las previsiones de crecimiento para España que han ofrecido organismos como los citados (FMI, OCDE, Banco de España) o entidades privadas como el BBVA estén equivocadas. El socialista pide objetividad. Pues bien, siendo objetivos, todo apunta a que si los datos oficiales corrigen estas previsiones, lo harán a la baja .

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