Menú
Amando de Miguel

Es la guerra

Aunque las declaraciones oficiales en Europa digan lo contrario, el hecho es que los yihadistas van ganando moralmente la partida.

Aunque las declaraciones oficiales en Europa digan lo contrario, el hecho es que los yihadistas van ganando moralmente la partida.
EFE

Ya sé que me van a decir los lectores que intento imitar a Julián Marías, cuando el hombre no hacía más que citarse a sí mismo. Prometo enmendarme. Pero no me resisto a ocultar que desde hace años vengo diciendo que los occidentales nos encontramos inmersos en la III Guerra Mundial. Podría parecer un capricho o una bravata por mi parte. Pero ahora ha proclamado eso mismo el presidente de la República Francesa y hasta el papa Francisco. Así pues, funciona ya como doctrina establecida.

Naturalmente, no se trata de una guerra convencional con ejércitos desplegados en el campo de batalla. Pero lo que tenemos no son escaramuzas sino verdaderas batallas con miles de víctimas. Uno de los bandos habla de la yihad, esto es, la guerra contra los infieles. Del otro lado, ya no existen Ministerios de la Guerra; ahora son de Defensa. Incluso algún partido emergente en España propone que se hable, no de defensa, sino de paz. Vamos, la novela de Orwell hecha realidad.

Algunos teóricos se refieren a la "guerra asimétrica" para describir la nueva confrontación bélica. No me siento muy conforme con la etiqueta. Cierto que los occidentales disponen de bombarderos y drones, recursos de los que carecen los terroristas. Sin embargo, la yihad maneja un arma inimitable: el atentado suicida. No hay forma de superarla. Por fortuna, para los occidentales posee mucho sentido el valor de la persona humana. En Europa también tuvimos guerras de religión hace siglos. Hoy parecerían absurdas.

Por la parte europea, la guerra contra el terrorismo yihadista la asumen los Ministerios del Interior de los distintos países. Equivale a reconocer que no se trata de una guerra sino de operaciones de la Policía. ¡Qué ingenuidad! Más internacional no puede ser la contienda que digo.

Aunque las declaraciones oficiales en Europa digan lo contrario, el hecho es que los yihadistas van ganando moralmente la partida. La prueba es que la respuesta al reciente atentado de París ha sido el recorte de algunas libertades y la alteración de la normalidad ciudadana. La han aplaudido todos los partidos en Francia. Ningún otro asunto consigue un consenso tal elevado.

Hay algo que no entiendo. El territorio del Estado Islámico viene siendo bombardeado sistemáticamente desde hace un par de años por las fuerzas aliadas. Últimamente Rusia se ha sumado a los bombardeos por su cuenta. ¿Cómo es posible que, después de tal castigo, los terroristas del Estado Islámico sigan vivos y coleando? Una posible explicación es que los verdaderos terroristas no se encuentran en el terreno del Estado Islámico sino en los suburbios de París, Bruselas u otras capitales europeas. En cuyo caso, la estrategia occidental anda un tanto desorientada. De nada vale cerrar fronteras, pues el enemigo habita dentro de la ciudad. Y ahora áteme usted la mosca por el rabo.

Temas

En Internacional

    0
    comentarios