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Francisco Pérez Abellán

El nuevo enemigo público nº1

Le llaman 'Chucky' pero es Jesús P., de 23 años, un presunto atracador y alunicero de Madrid

Le llaman Chucky pero es Jesús P., de 23 años, un presunto atracador y alunicero de Madrid que el pasado 23 de septiembre, poco antes de las siete de la tarde, protagonizó una trepidante fuga con gas lacrimógeno y motocicletas en el hospital Gregorio Marañón, al que había sido trasladado desde la cárcel. Chucky es considerado el más malo de todos los reincidentes.

La escapada se produjo en pocos minutos. Chucky se fugó en moto después de deshacerse de la custodia policial gracias a un grupo de seis cómplices muy jóvenes, que arrojaron gas lacrimógeno y se abalanzaron con gran violencia sobre los agentes. Uno de ellos, para despistar, entró en el hospital manteniendo en alto un gran ramo de flores.

Chucky llevaba en la cárcel desde finales del pasado año. Formaría parte de una banda a la que se atribuyen 62 atracos, entre ellos el que tuvo por objetivo el mastodóntico centro comercial Plenilunio de Madrid en diciembre de 2012. Se llevó a cabo a las dos y cuarto de la tarde, por cuatro individuos, dos de los cuales llevaban máscaras de Scream, mientras que los otros dos iban cubiertos con bragas militares. Emplearon dos Seat León rojos, que aparcaron en el primer sótano.

Chucky había caído preso tras esta acción violenta, en la que los atracadores no se recataron de intimidar a trabajadores y clientes de una conocida joyería, cuyos expositores reventaron a mazazos y culatazos. Se hicieron con puñados de relojes y joyas, que metieron en bolsas. Intentaron saquear la caja fuerte, pero estaba vacía. Salieron de estampida en poco más de dos minutos y encañonaron a cuantos se atravesaron en su camino. Iban vestidos de negro, usaban guantes y provocaron la duda de si las pistolas que empleaban eran simuladas.

La policía siguió los pasos de la Banda del Ponce. Eran tipos amantes de las buenas marcas. Huían con sus capuchas y caretas puestas. Daban verdadero miedo con sus disfraces y sobre todo con su violencia. Uno de ellos fue visto vigilando desde una columna el desarrollo del plan. La huida con los coches a toda rueda fue hacia Ciudad Pegaso.

La meteórica carrera se cortó bruscamente en San Martín de la Vega. La Guardia Civil cortaba el camino y uno de los dos coches, que luego se comprobaría era robado, chocó violentamente contra el patrulla. Los agentes, que resultaron heridos, lograron echar el guante a uno de los atracadores, mientras su compañero huía campo a través. Tiempo después caería Chucky, considerado muy peligroso y que se ha ganado el remoquete de enemigo público número con su espectacular huida.

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