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MITOS SOCIALISTAS

Fidel Castro y los titiriteros de Hollywood

Acaba de publicarse en Estados Unidos un libro excepcional que ha dejado mudos a cuantos todavía siguen simpatizando con la barbarie de Fidel Castro, el monstruo de Birán. Bajo un significativo título, que traducimos como Fidel. El tirano favorito de Hollywood, el cubanoamericano Humberto Fontova desmonta uno tras otro los falsos mitos de quienes siguen apoyando el socialcomunismo sinvergüenza de la Cuba castrista.

Acaba de publicarse en Estados Unidos un libro excepcional que ha dejado mudos a cuantos todavía siguen simpatizando con la barbarie de Fidel Castro, el monstruo de Birán. Bajo un significativo título, que traducimos como Fidel. El tirano favorito de Hollywood, el cubanoamericano Humberto Fontova desmonta uno tras otro los falsos mitos de quienes siguen apoyando el socialcomunismo sinvergüenza de la Cuba castrista.
Detalle de la portada de FIDEL. HOLLYWOOD'S FAVORITE TYRANT.
Mediante una amplia investigación, entrevistas con ex castristas, disidentes y prisioneros políticos, Fontova revela detalles que hace falta conocer. En todos salta siempre la sombra de un monstruo llamado Fidel Castro, cuyos destrozos y constantes violaciones de los derechos humanos siguen siendo aplaudidos por la izquierda más repugnante, en la que militan los millonarios titiriteros de Hollywood.
 
Fontova observa cada día la obsesión de ciertos famosos norteamericanos por disculpar a Fidel Castro. Nacido en Cuba pero criado y educado en EEUU desde los seis años, nuestro autor decidió estudiar, investigar y exponer las cloacas del régimen castrista para contar a cara descubierta su mentira y su hipocresía, así como la de quienes le apoyan. En un país como EEUU, donde la inmensa mayoría de los ciudadanos desprecian el castrismo, quedan todavía algunos radicales acomodados de la progresía que siguen defendiendo a Castro. Se amparan en la maquinaria de Hollywood, en la universidad, en la política o en los medios de comunicación.
 
Este libro es un aviso para despertar de su sinrazón a tales navegantes de la miopía marxista. Fontova no deja espacio para la especulación, sino que aporta toda una serie de datos y apuntes que echan por tierra cualquier atisbo de bondad del tiranuelo de machete de La Habana. Es así como desenmascara a tipos como Jesse Jackson, miembro del Partido Demócrata, que elogió el coraje y la honestidad de Fidel Castro.
 
Desde la comodidad de su millonaria mansión en California, el director de cine Steven Spielberg aseguraba hace algún tiempo que las ocho horas que pasó con Fidel Castro fueron las más importantes de su vida. Lo mismo el ínclito Oliver Stone (el director de JFK o Nixon…), para quien el dictador cubano es un hombre con gran moral, nada egoísta y uno de los más sabios que jamás ha conocido la tierra. Podríamos seguir con otros miopes de Hollywood como Danny Glover, Ed Asner, Robert Redford o Harry Belafonte... Frente a ellos, y claramente opuestos a Castro (todo hay que decirlo), aparecen estrellas como Andy García o Gloria Estefan.
 
Pero abundan más las piltrafas, como la supermodelo Naomi Campbell, para quien Castro es un sueño hecho realidad. O viejas bellezas de Hollywood como Gina Lollobrigida, que le calificó de hombre extraordinario, comprensivo y humano. Otro graciosillo: el actor Chevy Chase, que definió el socialismo como un sistema que funcionaba y esgrimió como prueba la Cuba de Castro. Otro más: Dan Rather, el célebre presentador de noticias, que dijo cariñosamente de Castro que era el Elvis cubano. No extraña, claro, que sea el mismo periodista que la cadena CBS acaba de despedir, bajo capa de "jubilación", tras su escandalosa manipulación informativa contra George W. Bush, con el objetivo de hacerle perder las elecciones.
 
Las citas textuales de estas declaraciones y las fechas en que se realizaron las encontrará el lector en el libro de Fontova. Pero lo que más interesa de la obra no son las ruborizantes palabras de tales titiriteros útiles, sino el modo en que se expone con todo detalle la hipocresía de estos millonarios de la izquierda, fervorosos seguidores de unos mitos que deben ser expuestos. El escrutinio que realiza Fontova es ejemplar, y debería abrir los ojos a cuantos todavía no quieren ver la permanente liquidación de la libertad por parte de Castro.
 
El autor comprueba una serie de datos que los titiriteros de la izquierda norteamericana quisieran ocultar pero que vale la pena recordar. Por ejemplo, el plan de Castro para bombardear centros comerciales en Nueva York en 1962, con un arsenal de armas, municiones y explosivos, incluidos doce detonadores y cientos de kilos de dinamita. En España esto nos suena familiar.
 
El objetivo era masacrar a cientos de ciudadanos en tiendas como Macy's o Bloomingdales durante el día de mayor venta comercial, el posterior a la festividad de Acción de Gracias. El plan fracasó por la intervención del FBI de J. Edgar Hoover y se encarceló a los terroristas, aunque Castro siguió en el poder.
 
Fontova demuestra cómo la izquierda norteamericana –desde la presidencia de John F. Kennedy hasta las de Bill Clinton, pasando por la de Jimmy Carter– ha permitido siempre que Castro aparezca como el amenazado y no como lo que es: el dictador empedernido. Baste aquí citar cómo dos ex generales de la Administración Clinton –Charles Wilhelm y Edward Atkensen– fueron excesivamente permisivos con Castro; el primero de ellos incluso aceptó un informe del Departamento de Defensa, fechado en 1999, en el que se concluía que Cuba ya no era ninguna amenaza para EEUU y que tampoco fomentaba la inestabilidad en la zona. Dos años después supimos –como documenta Fontova– que dicho informe lo había escrito una espía de Castro infiltrada en Defensa.
 
Castro, junto a Dan Rather (1995). El dictador regaló este bate a la CBS.Hay muchos más datos documentados en este libro. Así, la manipulación que hizo Castro de los medios de comunicación de la izquierda norteamericana en el caso del niño Elián González (2000). Dan Rather realizó una entrevista en la CBS que ayudó a Castro a ganar la batalla mediática. Otra periodista de la misma calaña, la columnista de Newsweek Eleanor Clift, afirmó sin reparos que ser un niño pobre en Cuba era mejor que serlo en EEUU. Casos similares son los de la presentadora Katie Couric y el fundador de la CNN, Ted Turner, siempre tan comprometido con los derechos humanos...
 
Otro asunto que aborda Fontova es el mito de la comparación de la Cuba "libre" de Castro frente a la Cuba dictatorial de Batista. En términos estrictamente económicos, en 1958 Batista había llevado la Isla a ser el segundo país en renta per cápita de toda Hispanoamérica; casi medio siglo después, Cuba es lo que es: un país en la absoluta miseria. Este libro ayuda a abrir los ojos a esas realidades, acaba con los mitos de Castro y sus aledaños y termina con personajes nefastos como Che Guevara, otro asesino de escuadrón al que habrá que dedicar alguna entrega aparte un día de estos.
 
Tras estos titiriteros millonarios de Hollywood andan genuflexos –como siempre– los patanes de la progresía española y un Gobierno socialista tan incompetente que sigue abrazando al tirano y que hasta lleva al Rey de España a abrazar al patético emisario de Exteriores de Castro. Esto, claro, no lo hallarán en el libro de Fontova, porque en EEUU –tras la cobarde huida española de Irak– las miserias del socialismo español importan ya muy poco. Claro que, con la posible venta de armas a la Venezuela de Chávez, la cosa cambiará… Para peor, claro.
 
Es de esperar que el libro de Fontova se traduzca al español y se distribuya por España y toda Hispanoamérica. Porque urge una iniciativa verdaderamente democrática para Cuba, y todos los esfuerzos son necesarios para acabar con un gángster asesino que lleva esclavizando al pueblo cubano desde hace ya casi medio siglo y que ha encarcelado un porcentaje de población superior incluso al de Hitler o Stalin.
 
Con este libro se entiende el razonable impulso de la disidencia y del exilio cubano de Miami para acabar con el castrismo. Se comprende también la calaña de quienes apoyan y abrazan todavía a este despreciable tiranuelo.
 
 
Humberto Fontova, Fidel. Hollywood's favorite tyrant, Washington, Regnery Publisher, 2005, 256 páginas.
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