Cuando parece que sobre un asunto de tanta importancia como la cuestión terrorista no se pueden decir más obviedades del rollo "lugares comunes", "hojas de ruta", "nuevos horizontes" o "escenarios que se plantean", aparece un portavoz del periodismo nacionalista moderado y pide que como consecuencia directa de este cese se proceda a una liquidación; pero a una liquidación económica. Ni restitución, ni reconocimiento, ni perdón a las víctimas: lo que se pide es que los vascos y los navarros, ahora que ya no cuentan con el "primo de Zumosol", pierdan ciertos privilegios. Ya ven, el nacionalismo catalán - moderadísimo, eso sí- vinculando terrorismo y nacionalismo vasco y diciendo, con todas las letras, que sin ETA el País Vasco y Navarra no tendrían el régimen fiscal que ahora se ansía desde aquí.
No es nada nuevo. Una cosa es que la postura del nacionalismo catalán en relación al "problema vasco" tuviera una fachada: CiU siempre apoyó al PNV, hiciera lo que hiciera, y el independentismo siempre apoyó a Otegi, hiciera lo que hiciera. Pero, -Pujol el primero- en el nacionalismo catalán siempre existió cierto resquemor, un no sé qué, respecto a los privilegios fiscales del País Vasco. No digo yo que fuera envidia, Dios me libre, pero sí es cierto que de pensamiento se pecaba relacionando esos privilegios con la teoría del árbol y las nueces. Por supuesto, si alguien desde Madrid osaba establecer una relación similar la respuesta era, digamos, terrorífica; pero ya saben que aquí se puede decir todo y que todo se justifica.
Para que sepan de qué les hablo les transcribiré el mensaje: "Fin de Eta. Nuevo horizonte. ¿Sería posible que vascos y navarros aportasen algo a la caja común? Sin ganas de molestar, por supuesto."
A simple vista se puede pensar que se está diciendo que mientras los catalanes vivimos con el cinturón apretadísimo por culpa de un sistema de financiación injusto que nos ahoga, los vascos y los navarros han vivido mucho mejor -fiscalmente hablando- gracias a ETA. Estoy segura de que como pasa con las referencias de Duran a los hábitos de los andaluces, no es eso lo que se quiere decir. Aunque, desde luego, lo parece.