Subiéndose a un rumor envenenado, presenta el ABC a Rodrigo Rato como posible cabeza de lista por Barcelona. Dicen que aquí "es el dirigente del PP más valorado", frase que encierra falsedades y malas intenciones. Aparte de convertir a Rato en dirigente del PP, vuelve el diario al error principal que ha caracterizado una etapa felizmente acabada: la supuesta necesidad de que el PPC agrade ¡a quienes jamás lo votarán! Para más inri, el desembarco daría la razón a una famosa cantinela nacionalista: el PP es algo ajeno a Cataluña, es una anomalía, etc.
La preferencia apuntada es, por otra parte, perfectamente ilusoria. Tanto Rato como Piqué tuvieron ocasión de comprobar lo mucho que los valoraba la masa progre-nacionalista que infestaba el Paseo de Gracia de Barcelona la noche del 12 de marzo de 2004, cuando sufrieron un intento de linchamiento, hubieron de refugiarse primero en un parking y luego en la comisaría de Vía Layetana, su coche fue golpeado, una de sus acompañantes acabó en el Hospital Clínico y algunos de los militantes que los arropaban terminó ensangrentado y tirado en la acera. El nuevo presidente del PPC, Daniel Sirera, tuvo que proteger en el metro a una anciana herida por la turba.
A ver si se enteran de una maldita vez: el establishment catalán trata al PP como enemigo, no como adversario. ¿Han oído hablar de los Pactos del Tinell? Las masas movidas por la prensa y los partidos no "valoran" a ningún popular hasta que se marcha, y sólo por fastidiar.
Y ahora vamos con las intenciones de esos periodistas que se creen expertos en Cataluña tras estudio y reflexión de, aproximadamente, quince segundos. Quieren dar carta de naturaleza a lo que sólo es un rumor, presentando al PP como una olla de grillos, (des)informando sobre supuestos "movimientos internos", "maniobras" y "tensiones" que, para más liarla, ni siquiera se acabarían con el ilusorio aterrizaje de Rato, pues "su presencia podría también generar otras tensiones".
Francamente, aquí las únicas tensiones que se aprecian son las del diario que está a punto de desaparecer en lugares como Cataluña, precisamente. ¡Qué extraños aliados encuentra el PSOE! Hay gente capaz de incendiar la casa con tal de preservar su influencia sobre las ruinas humeantes. Pues no. Si ha habido un momento en los últimos años en que el PP sabe hacia dónde va, y cómo va a llegar, es este. Y ha terminado de saberlo, justamente, cuando ha dispuesto en Cataluña el equipo adecuado. La peor de las intenciones queda clara: liar, intoxicar y agotar al PP antes de las generales. Embolica que fa fort o embolicar la troca, llamamos a eso en catalán.
