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Fundación Heritage

La izquierda, Irak y nuestros enemigos

Como movimiento controlado por árabes, para Al Qaeda sería mucho más fácil reclutar yihadistas y operar desde bases en regiones árabes sunníes de Irak en vez de permanecer en Afganistán o Pakistán donde se reconoce fácilmente a los viajeros árabes.

Michael Franc

Los progres que están a favor de que Estados Unidos retire sus tropas de Irak creen que la situación allí es relativamente simple: estamos enredados en una guerra civil, en un conflicto sectario muy arraigado cuyo resultado importa poco a los Estados Unidos. La retirada es la única manera en la que podemos enfrentarnos al verdadero enemigo –Al Qaeda y otras organizaciones terroristas empecinadas en nuestra destrucción– en Afganistán y otros lugares.

Hillary Clinton y Robert Byrd, senadores demócratas, escribieron en una columna reciente que "la guerra civil en Irak que tenemos en nuestras manos no es nuestra lucha y no es la lucha que el Congreso autorizó. Irak está en guerra consigo mismo y las tropas norteamericanas están atrapadas en medio de ella". Para Rahm Emanuel, líder en alza del Partido Demócrata, el Congreso se enfrenta a una sombría proposición en la que hay que escoger el mal menor: "Están los que quieren supervisar una guerra civil entre sunníes y chiítas y los que creemos en librar una guerra contra el terrorismo. Ésa es la opción".

Los progresistas, por otra parte, ven el conflicto actual como una batalla más de la misma disputa sectaria que ha atormentado durante milenios a la región. "La violencia sectaria sólo ha estado teniendo lugar durante los últimos 1.327 años, desde la batalla de Karbala en 680 AC", señalaba el demócrata Ben Nelson. "La situación en Irak – coincide el congresista demócrata David Scott – es una guerra civil compuesta de guerras civiles que han estado teniendo lugar desde los tiempos de Abraham, Agar, Sara, Isaac, Ismael, Esaú, Mahoma y su yerno...".

La derecha, por el contrario, ve un reto enteramente diferente y más matizado. Ellos distinguen entre varios tonos de gris: siglos de odios regionales, sí, pero odios complicados por yihadistas extranjeros entrenados y respaldados por al-Qaeda e Irán. Según el general de brigada Kevin Bergner, portavoz de la Fuerza multinacional en Irak, los combatientes extranjeros representan ahora al menos el 80% de los terroristas suicidas en Irak. John Burns, corresponsal en Bagdad del New York Times, explica cómo ha evolucionado la naturaleza de la guerra iraquí: "Los generales que aquí afirmaban rotundamente hace un año que los escuadrones de la muerte chiítas de Irak eran la mayor amenaza de seguridad... ahora están diciendo  que la amenaza principal es Al Qaeda. El objetivo principal del aumento de tropas son esos grupos vinculados a Al Qaeda."

La consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Fran Townsend, cree que la guerra global contra el terrorismo y la guerra en Irak "son claramente un sólo conflicto con un único y decidido enemigo [Al Qaeda] que está buscando un refugio seguro". Afirma que "a Al Qaeda le encantaría encontrar ese refugio seguro en Irak, y Bin Laden ha sido clarísimo al respecto". Por eso, como enfatiza el senador republicano Jon Kyl, "es una falsa disyuntiva sugerir que deberíamos escoger entre luchar en Irak o ir en pos de Osama bin Laden. No podemos dejarle Irak a Al Qaeda para salir tras Osama bin Laden". Los opositores de la guerra, según el senador independiente Joe Lieberman, en realidad nos están pidiendo que "aceptemos una derrota americana en Irak" y "una victoria para Al Qaeda y los terroristas respaldados por Irán".

¿Por qué Iraq es tan importante para Al Qaeda? Jim Phillips, experto en Oriente Próximo de la Fundación Heritage, dice que es debido a la ubicación estratégica de Irak. Específicamente:

  • Irak está cerca de los campos petrolíferos del Golfo Pérsico, un blanco de ataque altamente valioso y un área aún más útil para escenificar ataques contra países vecinos e Israel.
  • Bagdad fue una vez la sede del califato que al-Qaeda busca reconstruir.
  • Como movimiento controlado por árabes, para Al Qaeda sería mucho más fácil reclutar yihadistas y operar desde bases en regiones árabes sunníes de Irak en vez de permanecer en Afganistán o Pakistán donde se reconoce fácilmente a los viajeros árabes.

Si usted no cree a Phillips, entonces examine el actual plan para Irak estipulado por los propios líderes de Al Qaeda. Como lo explicaba Ayman al-Zawahiri, lugarteniente de Osama bin Laden, en una carta del año 2005 al fallecido líder de al-Qaeda en Irak, Abu Musab al-Zarqawi, "la yihad en Irak requiere varias metas que se vayan incrementando gradualmente":

  1. "Echar a los norteamericanos de Irak."
  1. "Establecer una autoridad islámica o un emirato, luego desarrollarlo y apoyarlo hasta que alcance el nivel de califato sobre todo el territorio posible para así ampliar su poder en Irak."
  1. "Ampliar la oleada yihadista a los países laicos que colindan con Irak."
  1. "El choque con Israel, porque Israel sólo se constituyó para desafiar a cualquier entidad islámica nueva."

Enfrentados con esta evidencia, ¿quién puede insistir seriamente que ésta "no es nuestra lucha?"

©2007 The Heritage Foundation

* Traducido por Miryam Lindberg

Michael Franc es vicepresidente de Relaciones Gubernamentales en la Fundación Heritage.

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