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Gary S. Becker

Los sindicatos pierden fuerza

El punto álgido del sindicalismo ocurrió a principios de los años 50, cuando el 35% de los trabajadores de Estados Unidos pertenecía a algún sindicato. Hoy, sólo un 7,5% de los trabajadores del sector privado está afiliado.

La reciente huelga de dos días en General Motors (GM) comprueba la fuerte caída del poder de los sindicatos en la economía de Estados Unidos. El sindicato de trabajadores de la industria automotor (UAW) fue quizás el más poderoso de todos los sindicatos, pero el número de miembros se ha reducido en un 40% desde el último contrato firmado en 2003 y más aún desde los años 80. En 1994, trabajaban en GM 250.000 miembros de ese sindicato, número que se ha reducido a menos de 75.000. Y el resultado de las recientes negociaciones es que GM traspasará las obligaciones presentes y futuras de los programas médicos de los jubilados a un fondo gestionado por el sindicato. Eso aparentemente reduce las obligaciones de GM en más de 15.000 millones de dólares. En contrapartida, GM ha acordado mantener el actual número de fábricas en Estados Unidos e hizo otras concesiones. Parece que la empresa conocida como "Generosos Motores" por su debilidad frente al sindicato ganó esta pelea y se ha visto fortalecida financieramente.

La caída de UAW es parte de lo sucedido en el movimiento sindical. El punto álgido del sindicalismo ocurrió a principios de los años 50, cuando el 35% de los trabajadores de Estados Unidos pertenecía a algún sindicato. Hoy, sólo un 7,5% de los trabajadores del sector privado está afiliado. Su éxito se concentra en el sector público.

Uno de los factores ha sido la relativa pérdida de importancia del sector industrial y también que tanto las leyes como la manera de pensar respecto a los sindicatos es menos favorable aquí que en otros países. No hace mucho los sindicatos tenían un gran apoyo de académicos e intelectuales. Y aquellos profesores que destacaban los factores negativos de los sindicatos, como los economistas de la Universidad de Chicago Henry Simons, H. Gregg Lewis y Milton Friedman, eran vistos como reaccionarios chiflados.

Los profesores universitarios y los intelectuales siguen siendo favorables a los sindicatos, pero carecen de entusiasmo porque han visto que los sindicatos poderosos trabajan por mejores salarios, beneficios médicos y jubilaciones para sus afiliados, que en el caso de UAW comienzan a trabajar ganando 30 dólares la hora, sin que hagan nada por otros trabajadores que ganan mucho menos. Por eso ninguno de los actuales líderes sindicales tiene la fama de predecesores como Walter Reuther, John Lewis y Jimmy Hoffa.

Los sindicatos podrían ocupar un lugar importante en una economía libre de mercado, pero sus organizaciones tendrían que ser diferentes. Los trabajadores que han dedicado muchos años a la misma empresa podrían lograr que les protegieran de gerentes que se aprovechan de lo difícil que es para una persona de cierta edad conseguir otro empleo. Ese tipo de estructura sindical se llama "sindicalismo competitivo".

Pero en la mayoría de los países, los sindicatos no son de una sola empresa, sino que abarcan a toda una industria, como la UAW y el sindicato de trabajadores del acero. Al abarcar tanto, los sindicatos aspiran a un mayor poder porque representan a los trabajadores de empresas en competencia y pueden declarar huelgas generales en toda una industria. De hecho, buscan poderes monopólicos en el mercado laboral, para lograr sueldos y beneficios muy superiores al promedio. La ley antimonopolio de 1914 concedió una excepción a los sindicatos.

En el pasado me opuse a esa excepción porque una minoría sindicalizada lograba aumentar sus beneficios a costa de los consumidores y demás trabajadores. Pero con la caída del poder sindical, eso ya no afecta demasiado a Estados Unidos ni a Gran Bretaña. Los intentos monopolistas de sindicatos en economías donde menos del 10% de los trabajadores del sector privado están sindicalizados y que además tienen que competir en el mercado internacional no hacen daño. El coste de las regulaciones y litigios sería mayor.

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