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Amando de Miguel

El lenguaje de las elecciones norteamericanas

Zapatero es la versión nacional de Obama y ahí lo tienen dirigiendo el partido del Gobierno de España sin haber tenido antes responsabilidades en ninguna empresa u oficina.

Queramos o no los españoles, la confrontación electoral norteamericana también nos afecta. Es lástima que no podamos votar en USA, pero al menos sí estamos interesados en esa cuestión. Espero que, de aquí a noviembre, me lleguen opiniones de los libertarios. A poder ser, vamos a seleccionar las que tengan en cuenta aspectos del lenguaje. Después de todo, la lengua es cultura y la vida política también.

Francisco Segura comenta que el candidato Obama es la expresión norteamericana de la ideología "buenista" que tan bien conocemos en España. Es evidente el paralelismo entre Obama y Zapatero. Estoy de acuerdo con esa interpretación. La confirmo con la opinión de algunos españoles sobre Obama. Los españoles sostienen que la hipótesis de que el negro va a ganar las elecciones y sobre todo los que creen que representa un espíritu moderno y progresista indefectiblemente son los que van a votar a Zapatero. Es más, algunos de esos sostienen que la señora Palin es "fundamentalista", cuando la realidad es que esa etiqueta cuadraría mejor a Obama y no digamos a su mentor el reverendo Jeremiah Wright.

Todavía algunos de esos obamistas-zapateristas españoles sostienen que Obama es un profesor universitario de prestigio, un intelectual destacado, cuando nada de eso es cierto. Obama no ha pasado de ser un activista de barrio, con todos los respetos para esa noble función. Lo que está claro es que Obama y Zapatero se parecen, lo que demuestra que la raza cuenta poco. Precisamente es una actitud racista la de argüir que el mérito principal de Obama es el de ser negro. El rasgo común de Obama y Zapatero es que ambos son maestros del gesto y la retórica.

Miguel Á. Taboada se congratula del discurso de Sarah Palin en la convención republicana de los Estados Unidos. Destaca la alusión que hizo la Palin a Obama. "Creo que un alcalde de una ciudad pequeña (como fue doña Sarah) es una especie de animador social (que fue Obama), excepto que tiene responsabilidades". Y añadió: "Nuestro rival (Obama) ha escrito dos libros de memorias, pero no ha sido capaz de firmar un solo proyecto de ley o una reforma, al menos en el Senado". Es muy oportuna esa alusión. En España ha cundido la especie de que Obama es un político experimentado y un intelectual de renombre. Todo eso es falso.

Mi opinión es que la señora Palin dio un estupendo golpe de efecto al aceptar el hecho del desliz de su hija embarazada y soltera. El desliz precipitó la defensa del principio de la vida y la oposición al aborto. Esa conducta es coherente con las esencias conservadoras de la señora Palin. Conservadoras, que no fundamentalistas, como se ha dicho también es España. Realmente el fundamentalista es el señor Obama, al menos por lo que respecta a su adscripción a una iglesia metodista, cuyo pastor (y amigo íntimo de los Obama) es una suerte de loco integrista. Lo curioso es que una figura tan estrambótica, errática y fundamentalista, a la par de retórica, como Obama despierte tantas simpatías en España. Bueno, no es tan curioso: Zapatero es la versión nacional de Obama y ahí lo tienen dirigiendo el partido del Gobierno de España sin haber tenido antes responsabilidades en ninguna empresa u oficina.

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