Menú
Amando de Miguel

Ni bien ni mal, sino todo lo contrario

Nuria Morales me consulta lo de las palabras que son acrónimos. ¿Cómo decirlos en plural? Me cita, por ejemplo, los famosos PAU de Madrid (Polígonos de Actuación Urbanística, supongo). No son más que los nuevos barrios con que se “colmata” el plano del municipio de Madrid. Sería pedante decir los PP.AA.UU. Se escribe corrientemente “los PAUs”, pero eso no es castellano. Doña Nuria escribe “los famosos PAU” y así queda mejor.
 
Alguna vez he comentado aquí el engorro léxico que significa la duplicación de las mayúsculas en los acrónimos plurales. Pedro Barrado opina que esa norma es un plural mayestático: “para dar realce o majestad”. Podría ser en los RR.CC (Reyes Católicos), pero no en CC.AA (comunidades autónomas), o en FF.CC (ferrocarriles). Francamente, me parece una norma sin mucho fundamento. Se suele utilizar solo cuando hay dos letras, por ejemplo, los EE.UU. Pero se escribe la URSS y no la U.RR.SS.SS. Roberto Méndez me indica esa corrección a la norma. Me pregunta a qué se debe. Puro sentido común. Con más de dos iniciales la duplicación del plural daría unos letreros imposibles.
 
A. Mayoral rechaza la expresión “Olimpiadas de la Era Moderna” para referirse a las competiciones olímpicas internacionales del último siglo. Su razonamiento es que estamos en la Era Contemporánea. No hay que hilar tan fino. Cuando hay solo dos opciones, se contrapone lo clásico o antiguo con lo moderno, y ya está. Por ejemplo, hay un griego clásico y un griego moderno. Con las Olimpiadas pasa algo por el estilo.
 
Juan Alberto Alonso, Ángel Casero, Yolanda Gómez y Francisco Manuel García, entre otros, me reconvienen por lo mismo, el hacer equivaler las Olimpiadas a cada una de las celebraciones o juegos. Todos ellos me transmiten la opinión canónica de que la “Olimpiada” se refiere al lapso de cuatro años entre unos y otros Juegos Olímpicos. Bien, eso era así para los antiguos griegos que así llevaban el cómputo del calendario. Pero parece que ahora tenemos referencias temporales más precisas. Sencillamente, contamos los años desde el nacimiento de Cristo. Así pues, el pueblo hace equivalente la celebración de cada Olimpiada (incluso en plural, Olimpiadas) con el nombre de Juegos Olímpicos. Está bien como está.
 
Jaime T.M. plantea el uso deportivo del verbo encajar. Él dice que “cuando el Real Madrid mete un gol al Barcelona”, el que encaja es el Real Madrid, no el Barcelona. Don Jaime critica a los que opinan lo contrario. Pues tendrá que criticar a los autores del Diccionario de Seco y colaboradores, quienes recogen una acepción de encajar como “recibir algo negativo o molesto”. Así pues, se puede encajar un gol o la derrota del encuentro deportivo. Bien es verdad que otra acepción de encajar equivale a “meter algo dentro de otra cosa”. Luego el que golea también encaja un gol. Digamos que este segundo significado es más plano y el primero (recibir algo molesto) es más coloquial. Tiene más significados el verbo “encajar”; es parte de la gracia del idioma.
 

En Sociedad

    0
    comentarios