La República de Irlanda acude en su mejor momento a la Eurocopa. Lo hace con jugadores veteranos que han crecido conforme su selección buscaba asentarse a nivel continental. Shay Given, Robbie Kane y John O'Shea están ante su última oportunidad de dejar a su país en un buen lugar.

Martin O'Neill es práctico. No busca la ornamentación ni el juego preciosista; quiere resultados. Para ello confía en el fútbol directo, en la verticalidad de sus hombres de banda y en aprovechar las ocasiones de las que dispongan. No les importa ceder el control del partido ni la posesión a su rival. De hecho, pocos equipos se encuentran tan cómodos en ese papel secundario durante el encuentro. Defensivamente cuentan con su mayor virtud. Durante la fase de grupos se ha podido ver a una República de Irlanda entre las selecciones que menos goles encajaron goles dentro del grupo D gracias a la contundencia defensiva y a saber leer las necesidades de cada partido.

Más allá de los veteranos, merece una mención especial James McCarthy en el centro del campo junto a Whelan. Es quien mejor representa sobre el terreno lo que el seleccionador le pide al equipo. Organizador, efectivo, práctico y con pocos errores. Es el jugador idóneo para dirigir a sus compañeros, iniciar las jugadas de ataque e incrustarse entre los centrales cuando el rival apriete.