Dicho todo lo cual, yo creo que Rivera se equivoca, que tendría que entrar en el Gobierno por el bien del Estado, y que sus críticos, pese a todo, tienen razón.
Los colectivos que se sienten marginados entonarán entonces emocionados 'La Dildointernacional'. Raúl Castro y Miguel Díaz Canel habrán liberado por fin a los consoladores.
Ahí estarán los de Rivera para moderar el fanatismo socialista de unos candidatos de izquierdas que se frotan las manos viendo cómo este muchacho les va a entregar las dos únicas autonomías con un proyecto liberal.
Con Vox centrado en una negociación sensata, será cuando la posición de Ciudadanos, sus contradicciones y su hipocresía, quede más expuesta. ¡Y en qué momento!
No hay problema de Estado más perentorio que redactar una nueva Constitución que supere la actual partitocracia y el abuso del llamado "Estado de las Autonomías".