Iglesias y Errejón, las dos confluencias más visibles de los golpistas catalanes en la Meseta, ya han empezado con la cantinela del indulto. Pero no serán los únicos.
Si se hubiera pensado en el delito de conspiración para la rebelión, recogido en el artículo 17 del Código Penal... y en el auto de procesamiento del juez Llarena, seguramente la condena habría sido mayor.
Las entregas a cuenta nunca han sufrido variación alguna entre la cifra comunicada en el Consejo de Política Fiscal y Financiera en julio y la contemplada en el proyecto de Presupuestos.
No hay una fórmula de consenso para que una ideología totalitaria, enfermiza y que lleva décadas siendo subvencionada deje de ser enfermiza y totalitaria.
Esos ciudadanos españoles que asistieron atónitos a aquellos hechos sentirán una gran frustración y pensarán, con razón, lo barato que sale echar un pulso al Estado.
Tenemos planteadas en España, como todo el mundo sabe, dos amenazas de independencia, la catalana y la vasca, de intensidad variable y de incierto destino.
Dentro de un proceso que Ibáñez califica de "limpieza étnica", numerosos linajes históricamente vascos vieron caer a muchos de sus miembros, mientras otros se veían forzados a abandonar sus tierras.