El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, no llamó al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, para facilitarle información sobre el ataque islamista perpetrado por un marroquí contra dos iglesias de Algeciras, con un sacristán asesinado y varios heridos, entre ellos un sacerdote.
Según ha revelado Moreno en declaraciones en TVE a primera hora de este jueves, la llamada todavía no se ha producido y la información que le está llegando al gobierno andaluz es "muy escasa" y a "cuentagotas", a través de los mandos policiales de Cádiz, volcados en la investigación.
"Creo que sería sensato que al presidente de la Junta de Andalucía se le diera algún tipo de información un poco más precisa, sin injerir en la investigación", se ha quejado Moreno. Según los datos que él ha conseguido reunir hasta ahora, todo indica que el asesino tuvo un proceso de "radicalización" y fue cambiando de actitud en su entorno.
Moreno también se ha referido al expediente de expulsión que estaba en marcha sobre el marroquí y ha señalado que desgraciadamente estos procedimientos son complejos y están sujetos a una gran burocracia. "Eso retrasó que este tipo fuera expulsado del país", ha destacado el presidente andaluz precisando que según la información que le han trasladado participaba en delitos "de menudeo".
Idéntica queja ha lanzado el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, en otra entrevista, al ser preguntado sobre detalles sobre el proceso de expulsión. En El Programa de Ana Rosa, Landaluce ha señalado que "parece ser" que iba a ser expulsado "porque a pesar de que estuvimos esperando horas, ayudando a la policía y administraciones, no tenemos información reciproca. Yo estoy esperando que el ministro tenga un detalle, me llame y nos diga qué es lo que hay. Yo debo tener información oficial".