El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, no se reunirá con los colectivos de disidentes cubanos durante su visita en La Habana los próximos días 18 y 19, cuyo objetivo es avanzar en el diálogo político con el régimen castrista.
Moratinos se reunirá con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y no descarta mantener un encuentro con el presidente del país, Raúl Castro, aunque esta cita aún no está confirmada, han explicado fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Será la segunda visita del titular de Exteriores a La Habana después de la que hizo en abril de 2007, con la que abrió una nueva etapa en las relaciones entre ambos países. Como ocurrió en aquella ocasión, Moratinos no se verá con los disidentes y, previsiblemente, delegará esta tarea en su director general para Iberoamérica, cargo que ocupa en la actualidad Juan Carlos Sánchez.
La mayoría de las organizaciones de opositores cubanos decidió entonces no acudir a la reunión convocada por el ex director general para Iberoamérica Javier Sandomingo cuando Moratinos ya había abandonado la isla.
Ante la posibilidad de que vuelva a organizarse un encuentro de las mismas características con Sánchez como interlocutor, no se ha concretado la fecha, ni el marco de la reunión.
La razón que esgrime Exteriores para justificar la ausencia de un contacto entre Moratinos y la disidencia es que se trata de una visita "institucional" para avanzar en el diálogo entre ambos Gobiernos.
El ministro sí tiene intención, según Exteriores, de interesarse por la situación de los presos políticos y de seguir abordando la situación de los derechos humanos en la isla, uno de los pilares de la nueva relación impulsada en abril de 2007, según las fuentes.
Moratinos viajará a La Habana el próximo sábado, día 17, a la conclusión de la gira por Oriente Próximo acompañando al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El único acto de la agenda que está confirmado es la reunión con Bruno Rodríguez el lunes, aunque no se descarta un encuentro con el canciller cubano en la víspera.
Está abierta la posibilidad a una cita con Raúl Castro y no está descartado que también pudiera haberla con su hermano, Fidel, quien le delegó el poder el 31 de julio de 2006.
El titular de Exteriores prevé además mantener un encuentro con la colonia española y los empresarios para conocer la situación de sus negocios en el país caribeño, añaden las fuentes. La visita del ministro tiene lugar un año después de la que hizo el ex canciller cubano Felipe Pérez Roque, destituido por el régimen el pasado mes de marzo junto con el vicepresidente, Carlos Lage.