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Zapatero dice que trabajará para "despejar las incógnitas" de la sentencia

El presidente ha repartido consignas este sábado en el Comité Federal del PSOE. Sobre el Estatuto de Cataluña afirma anteponer el interés de "España" al de su partido, del que dice que "vertebra" al país. Sin embargo, insiste en prometer cambios legales que suponen pasar por encima del TC.

Después de la publicación de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, la marcha independentista encabezada por Montilla en Barcelona, la final del Mundial de fútbol y el debate sobre el Estado de la Nación, Zapatero ha afrontado, con el traje de Secretario General del PSOE, el Comité Federal de su partido.

Tras el giro de 180º que dio a su política económica (apremiado por Bruselas) y el pacto con el PSC para burlar la sentencia del TC, Zapatero ha tenido que dar explicaciones y consignas a los suyos. Algunos de ellos, como José Bono, ya se desmarcaban del discurso independentista adoptado por Montilla a la entrada del cónclave.

Así, el presidente del Gobierno ha subrayado que la principal responsabilidad de los socialistas es "con el interés de España", por encima del interés del partido, frente a un PP, dice, cuyo objetivo único es el adelanto de elecciones generales. Es decir, algo muy parecido a lo que ya señaló desde la tribuna del Congreso de los Diputados el pasado miércoles durante su réplica a Mariano Rajoy en el Debate sobre el Estado de la Nación.

Plan de ajuste

La política económica, esa que tanto han criticado barones socialistas como José María Barreda, ha sido el asunto que más tiempo ha ocupado al presidente. Una hora para decir que el PSOE es el partido que más ha hecho por el "Estado del bienestar" y hablar una vez más de lo que ha subido el poder adquisitivo durante estos años, o lo que han subido las pensiones mínimas. Como era de esperar, nada ha dicho, sin embargo, del tiempo que tardó en reconocer la crisis económica que vivía España, o el tiempo que estuvo abominando de las reformas que ahora se ve obligado a adoptar.

Zapatero ha dicho que ha tomado decisiones "difíciles" pero defendió que son "imprescindibles" para mantener el Estado del bienestar. Así, se justificó diciendo que todas ellas pretenden "corregir los desequilibrios acumulados" por la economía español. "Nuestro objetivo es adelantar la recuperación económica y el empleo, el objetivo de Rajoy es "adelantar las elecciones", dijo el secretario general del partido apenas iniciado su discurso.

"Nuestra responsabilidad es con el interés de España, no con el interés de nuestro partido, y sería deseable que todas las fuerzas responsables que pretenden ser alternativa de Gobierno actuaran así", manifestó.

Zapatero asumió ante la plana mayor del PSOE que las medidas hay que "explicarlas una y otra vez" y ser "comprensivos con quien no les gusta o las critica", pero les pidió que no duden "ni por un momento" de que son "necesarias, imprescindibles y que a medio plazo se valorarán como adecuadas".

Frente a los que hablan de "giro" en las políticas del PSOE -algunos "de buena fe" y otros "con intención"- Zapatero defendió y detalló los avances sociales de sus gobiernos -incluida la revalorización de las pensiones- y garantizó que, aunque ahorre "en casi todo", el Gobierno "no ahorrará" en protección en becas, en educación ni en protección por desempleo y se refirió a la ayuda de 416 euros como expresión de la "voluntad" política de ayudar a quienes más lo necesitan.

De este modo, defendió que la política de austeridad de hoy tiene un objetivo, mantener la política social. "Y en cuanto la economía lo permita porque crezca por fuerza poder desarrollar, aumentar y mejorar el estado del bienestar social en España", manifestó.

Además, Zapatero se situó "del lado de los que piensan que el Estado social es financiable y mejorable, y que hay que hacerlo con una economía fuerte y competitiva", y no de los que creen que no es posible mantenerlo. "Sí lo es, y lo vamos a demostrar los socialistas", recalcó.

Contradictorio discurso sobre el Estatuto

El líder socialista dirigió a los suyos un discurso de más de una hora, en el que dedicó 10 minutos a la situación creada en Cataluña tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto y el grueso de la intervención a explicar las medidas "difíciles" y a reivindicar que la cohesión social sigue siendo la "columna vertebral" de su política aunque ahora se le acuse de haber hecho un "giro".

Así, agradeció "de todo corazón" a los socialistas su "apoyo leal y generoso" -"que tiene el mérito y la marca de la casa del PSOE", dijo- y que sepan afrontar "los momentos difíciles con capacidad de cohesión, con sosiego, aguantando muchas críticas y admitiendo errores que nunca se admiten en otras latitudes políticas".

Además, ha asegurado que trabajará para "despejar las incógnitas" y las "inquietudes" que ha generado en Cataluña la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto pero, al mismo tiempo, proclamó que el modelo de la Constitución de 1978 es "útil y adecuado" para el autogobierno. Es decir, que modificará el Estatuto para saltarse los preceptos e interpretaciones del TC, pero al mismo tiempo dice que se siente orgulloso de defender España y su marco constitucional.

Zapatero se ha mostrado convencido de que Cataluña "desplegará su autogobierno" y afirmó que el Ejecutivo actuará en esa dirección "respetando, como no podía ser de otra manera" lo que ha dicho el Constitucional.

Sin embargo, alejó la posibilidad de una reforma de la Carta Magna, como ha pedido el presidente catalán, José Montilla, incidiendo en que ésta ha permitido descentralización y autogobierno, y al mismo tiempo "vertebración". "Reafirmemos con plena convicción el modelo constitucional", manifestó.

Para el presidente del Gobierno, la Constitución es "un modelo adecuado, útil", que ha contribuido a un "fuerte desarrollo del autogobierno", capaz de garantizar la "vertebración" y la "igualdad de derechos" entre los ciudadanos. A su juicio, la prueba "más evidente" de la "fortaleza y potencia" de la Carta Magna es la "descentralización" de España.

También puso como ejemplo los procesos de reforma de los estatutos de autonomía iniciados en los últimos años, un proceso que, para Zapatero, pone de manifiesto la "diversidad" del Estado español. Por ello, reafirmó su "plena convicción" en el modelo constitucional por capacitar un "amplio autogobierno a la vez que exige la igualdad de todos los españoles".

Además, Zapatero pidió a los socialistas que sigan actuando como elemento "vertebrador" en España, sin "agitar las aguas" de los que pretenden ver el país como algo "monolítico" ni a quien "no quiere ver lo que es de todos". "Nosotros somos un proyecto político que cree en la diversidad de España, que afirma que lo que más fortalece la unidad es el respeto a la diversidad y el estímulo de convivencia", añadió.

La esencia del proyecto socialista, según Zapatero

Según Zapatero, el PSOE ha jugado un papel "determinante, vertebrador e integrador" desde la transición en el "reconocimiento de la identidad de los pueblos", pero subrayó que al mismo tiempo ha realizado una "defensa firme" de las necesidades de España para definir un "proyecto democrático y moderno de convivencia entre todos".

En este sentido enmarcó la propuesta de resolución pactada entre PSOE y PSC en el Congreso de los Diputados, en la que se insta al Gobierno a desarrollar el autogobierno en Cataluña, porque es la "esencia" del proyecto político socialista en todo el país.

Tras insistir en que es "evidente" que el PSOE acata la sentencia del Constitucional, Zapatero también destacó que su partido escucha todas las "sensibilidades e inquietudes" que el recorte del Estatuto ha provocado en Cataluña, y se mostró optimista a la hora de afirmar que el partido "siempre" ha sido capaz de "gestionar las dificultades".

"Tengo el convencimiento de que Cataluña desplegará su autogobierno y que respetando al Tribunal Constitucional vamos a despejar las incógnitas y haremos siempre ante todo un mensaje de entendimiento de convivencia y de respeto. Nunca vamos a agitar las aguas, ni de un lado ni de otro, no vamos a echar leña al fuego", afirmó.

Así pues, el jefe del Ejecutivo defendió al PSOE como una fuerza política que se siente "orgullosa" de "defender la idea de España como cualquier otro", pero remarcó que lo que le diferencia de otros partidos es que no le gusta "presumir" de un mérito que es de "todas" las fuerzas políticas que pactaron la Constitución "y para todos, no para ningún sector de manera excluyente".

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