La Secretaría de Estado de Migraciones ha aprobado la situación de emergencia ante la incesante llegada de migrantes en las islas Canarias que está dejando cifras sin precedentes desde la crisis de los cayucos de 2006. En lo que va de año, 23.537 personas han llegado al archipiélago, por lo que ya se ha superado la cifra más alta de la década, en 2020, cuando se registraron 23.271, y dista mucho del total del 2022, con 15.682.
Desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones han explicado esta "situación de emergencia" se trata de un trámite administrativo para agilizar los procedimientos ante la presión que atraviesa el archipiélago, que no requiere su aprobación en el Consejo de Ministros,.
Esta herramienta ya se adoptó en la anterior crisis migratoria que vivió Canarias en 2020, con la llegada de personas procedentes de Ucrania tras la invasión rusa. En aquella ocasión, sin embargo, la red de acogida estaba casi desmontada, hasta el punto de que la Secretaria de Estado de Migraciones tuvo que improvisar campamentos y convertir en albergues de emergencia hoteles sin actividad por la pandemia. Ahora, Migraciones dispone de una red que ronda las 6.000 plazas.
Con la declaración de la situación de emergencia se evitan trámites burocráticos y se pueden abrir plazas y disponer de presupuesto de manera mucho más rápida y ágil, afirman las fuentes. El ministro de Migraciones en funciones, José Luis Escrivá, cifró este lunes en unos 5.000 el número de migrantes que seguían en las islas, aunque este dato varía constantemente dado que continuan las derivaciones a la península y continuan las llegadas de embarcaciones al litoral.
En los primeros quince días de octubre han llegado a Canarias más de 8.500 migrantes en cayucos. Solo en las últimas horas, casi 700 personas han sido rescatadas. Estos datos alarmantes ya han superado el pronóstico del Centro Nacional de Inteligencia, que vaticinó la llegada de 10.000 migrantes más hasta finales de 2023.
Medidas y recursos insuficientes
Las esperanzas para la mejora de la gestión ante la crisis migratoria estaban puestas en el encuentro de inicios de semana entre el ministro de Interior en funciones, Grande-Marlaska y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo. Las formaciones políticas del archipiélago siguen esperando un mando único de coordinación en esta materia, algo que el presidente canario ha demandado en varias ocaciones sin obtener respuesta.
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en recientes declaraciones, ha denunciado la ausencia de ese mando único, y defiende su creación para poder llevar a cabo una "política de país" que afronte la situación. Gamarra acusa al Gobierno en funciones de "descoordinación" y "autentico caos", que no ofrece medidas suficientes y exige la comparecencia en el Congreso del ministro de Interior.
Desde Nueva Canarias, han mostrado la decepción ante la "ausencia casi total" de respuestas en la reunión entre Marlaska y Clavijo, que "ha quedado en casi nada". El presidente de la formación, Román Rodriguez, ha criticado que desde Interior no se haya hablado de mejorar ni de reforzar los medios de Salvamento Marítimo, de la Guardia Civil ni de los sistemas de infraestructuras para la acogida.
Por su parte, el sindicato policial JUPOL y la asociación JUCIL de la Guardia Civil, denuncian la falta de seguridad, tanto para los agentes como para los ciudadanos canarios, ante la oleada de migrantes, que no permite una correcta realización de las funciones por falta de medios materiales y humanos. Por el momento, el aumento de soluciones de seguridad por parte del ministerio se ha visto limitado a reforzar el número de agentes de Policía Nacional en las labores de identificación de los migrantes, y el despliegue de dos aviones para la vigilancia marítima.