La tragedia minera que ha costado la vida a cinco trabajadores en Villablino, León, ha sumido al pueblo en un profundo dolor. Cuatro de los fallecidos eran vecinos del municipio, lo que ha convertido la pérdida en una herida aún más difícil de asumir. "Vecinos, compañeros de trabajo y amigos de toda la vida", describe un habitante de Villablino, quien siente la tragedia como si se tratara de su propia familia.
El primo de Amadeo, uno de los fallecidos, ha llegado desde Colombia tras conocer la noticia, reconociendo que "mi primo como mi hermano. No tuvo la oportunidad de elegir otro trabajo más que estar en la mina". Por su parte, la amiga de Jorge, de 33 años, asegura que "parece que vas a salir a la calle y te los vas a encontrar", reflejando la cercanía y el dolor de perder a alguien tan cercano.
Frente al polideportivo, que se ha convertido en capilla ardiente, los vecinos se reúnen para despedir a los suyos, sin poder comprender cómo ocurrió esta tragedia. "¿Por qué pasa esto? No me lo explico", se pregunta otro familiar, mientras el alcalde de Villablino, Mario Rivas, señala que este suceso ha sido un "golpe más duro de la mina", algo que la comunidad pensaba que ya formaba parte del pasado.
Mañana se celebrarán los funerales, y mientras tanto, el pueblo sigue sumido en el dolor, con abrazos que intentan reconstruir el ánimo roto por la pérdida.