
Tercer y último día del viaje de Estado a Italia de los Reyes que ha comenzado con agendas institucionales separadas durante la mañana. Don Felipe ha desayunado con una representación de empresarios italianos y españoles, y posteriormente ha inaugurado un foro empresarial en el que ha estado acompañado por el vicepresidente del Consejo de Ministros y ministro de Exteriores, Antonio Tajani; la secretaria de Estado de Comercio, Amparo López Senovilla, y el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.
Doña Letizia ha visitado la sede en Roma de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, donde ha mantenido un encuentro con el personal español que trabaja en la entidad de la que es embajadora desde 2015, y que se centra en erradicar el hambre en el mundo brindando sus servicios tanto a países desarrollados como a países en vías de desarrollo.
Para este compromiso, la Reina Letizia ha vuelto a tener un guiño con el país anfitrión y ha estrenado un look de Alberta Ferretti compuesto de traje de chaqueta y falda recta jaspeado en tonos blanco y gris oscuro, que ha completado con un cinturón ancho y abrigo a juego. Lo ha completado con zapatos negros destalonados de Magrit, pendientes de Singularu y bolso en color negro de Gucci.

Después los Reyes han puesto rumbo a Nápoles, donde han almorzado con el presidente Mattarella en Villa Rosebery, una de las tres residencias oficiales del presidente de la República italiana. Desde ahí se han trasladado a la Universidad Federico II, que cumple 800 años, donde Don Felipe ha sido investido doctor honoris causa.
Doña Letizia ha optado por cambiarse de look y ha elegido una blusa blanca de manga larga japonesa, y una falda midi acampanada de tafetán con microplisado en la zona de la cintura y caderas, salpicada de cristales en la zona superior, ambas prendas de la firma española The 2nd Skin Co.

