La familia real de Bélgica ha vuelto a elegir nuestro país para disfrutar de sus vacaciones de Semana Santa. En esta ocasión, han aprovechado para volver a ejercer de peregrinos, una tradición que iniciaron en 2017 y que este año han logrado concluir.
Los reyes Felipe y Matilde, acompañados de tres de sus hijos Gabriel, Emmanuel (que iba con muletas) y Eleonore (solo faltaba la heredera al trono, la princesa Elisabeth que se encuentra estudiando un master en Estados Unidos) han alcanzado la meta y han llegado a la plaza del Obradoiro, momento que han aprochado para inmortalizar en una imagen.
"Como miles de personas, la Familia Real ha tomado la costumbre desde 2017 de caminar una parte del conocido Camino de Santiago de Compostela en Pascua. Este año termina su periplo y han llegado a su destino final: la plaza de Santiago de Compostela y su magnífica catedral", han indicado desde la casa real belga.
Este año han querido completar el último tramo del Camino Francés. En 2024, estuvieron en Sarria y recorrieron varios tramos por Pedrafita, Triacastela o Samos. Un Camino que han realizado siempre de forma discreta y sin ningún tipo de protocolo oficial, ya que su intención desde 2017 ha sido peregrinar hacia Santiago de Compostela como unos peregrinos más.
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