Los Reyes Felipe y Letizia, acompañados por sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, disfrutaron este martes por la noche de una salida privada en Palma de Mallorca, a pocos días de finalizar su estancia estival en la isla. La familia acudió al restaurante Mia, uno de los locales que han frecuentado en años anteriores, después de visitar una de las exposiciones incluidas en el ciclo ‘Paysage Miró’, dedicado a la figura del artista Joan Miró.
El restaurante Mia, ubicado en la capital balear, es uno de los lugares preferidos por la Familia Real durante sus veranos en Mallorca. Los Reyes y sus hijas llegaron sobre las nueve de la noche y accedieron al local entre gestos de cordialidad con los responsables del establecimiento. El rey Felipe saludó al dueño mientras que la reina Letizia y sus hijas les seguían hacia el interior.
El ambiente en el interior del restaurante se mantuvo discreto, aunque la presencia de la familia no pasó desapercibida entre los clientes, que observaron con atención la llegada y salida de los miembros de la Casa Real.
Una de sus últimas salidas antes de sus vacaciones en privado
Antes de la cena, los Reyes visitaron una de las cuatro exposiciones que conforman el ciclo ‘Paysage Miró’, una iniciativa cultural en homenaje al artista catalán Joan Miró, que desarrolló buena parte de su obra en Mallorca. La programación incluye muestras repartidas por distintos espacios de la ciudad, como la Fundación Miró Mallorca y otros centros culturales de Palma.
Esta actividad se enmarca dentro de la agenda institucional que la Familia Real ha mantenido durante su estancia en la isla, combinando actos oficiales con momentos de descanso. En los últimos días, han participado en actos vinculados al arte, el deporte y la cultura, en línea con la tradición de apoyar proyectos culturales y sociales durante el verano en Baleares.
Con esta salida, los Reyes retoman sus planes más personales antes de iniciar su tradicional viaje privado posterior a la estancia en Mallorca. Como es habitual, la Casa Real no informa de los detalles de estos desplazamientos, que se realizan en el marco de la vida privada de los Monarcas.
La velada concluyó poco antes de la medianoche, cuando la familia abandonó el restaurante mostrando una actitud relajada y sonriente. La salida nocturna se produjo en un ambiente informal, sin cobertura institucional, únicamente presenciada por los clientes del local que se llevaron una gran sorpresa al verles entrar.