Ya se conocen todos los detalles del convenio regulador entre Kiko Rivera y Jessica Bueno. Tras no pocos problemas, que continúan pese a que se ha cerrado el acuerdo de custodia, la expareja ha acordado compartir la patria potestad del pequeño "aunque la guardia y custodia del menor la ostentará la madre, con quien convivirá en el municipio de Molares, Sevilla", dicta el documento.
Ahora, Jessica podría estar pensando en irse a Eibar para estar junto a su nuevo novio Jota Peleteiro, un caso hipotético pero que está también incluido en el acuerdo: "En el supuesto de que por razones laborales tuviese que modificar su domicilio, tendrá la obligación de comunicárselo al señor Rivera con tres meses de antelación" dicta el acuerdo.
"El padre podrá permanecer con el niño las tardes del martes y jueves, desde las 17:00 horas hasta las 20:00 horas en los meses de otoño e invierno, y desde las 18:00 horas a las 21 en primavera y verano, debiendo recogerlo y reintegrarlo en el domicilio materno", recoge el documento publicado por La Razón.
Las vacaciones de Navidad tendrán a su vez dos periodos: desde Noche Buena al 30 de diciembre y desde esta última fecha hasta el 6 de enero, añadiendo que el pequeño permanecerá con su madre en el primer periodo de los años pares y el resto, con Kiko.
Lo llamativo es que todos los párrafos subrayan que "el niño pernoctará con su progenitor en su domicilio junto a su abuela paterna" y que deberá mantener la comunicación telefónica con sus padres.
Pero sin duda lo más polémico y el objeto de disputa ha sido la cuestión económica. Jessica exigió en un principio nada menos que 4.000 euros mensuales para más tarde poner sobre la mesa la negociación de 2.000 euros que finalmente se quedarán en 1.200 euros "pagados en los cinco primeros días de cada mes, cantidad que se actualizará cada 1 de enero, a tenor de las variaciones porcentuales, experimentadas por el IPC", según afirma el periodista Jesús Mariñas en La Razón.
Kiko además tendrá que abonar los gastos de escolarización, así como el cien por cien de los extraescolares como clases particulares, excursiones y gastos médicos que no estén cubiertos por la seguridad social o, en su caso, la póliza de seguro privado del menor.
Y por último, la cláusula de privacidad, con la que ambos "se comprometen a salvaguardar la intimidad del pequeño y mantener la más absoluta confidencialidad frente a terceras personas".