Rocío Carrasco es una de las personalidades más esquivas del panorama mediático y del corazón. Junto a su marido Fidel Albiac ha presentado no pocas demandas masivas contra medios, otros famosos e incluso familiares, generando un torrente de titulares muy similares a los que intenta acallar.
Las últimas de ellas a Belén Esteban y la mujer de su odiado Antonio David, Olga Moreno, por supuesta revelación de secretos sobre sus problemas fiscales, que sin embargo afrontan con total tranquilidad y sin que la hija de Rocío Jurado haya hecho ademán alguno de reconciliarse con sus hijos, Rocío y David, o con el resto de su familia.
Al margen de todo y muy unida a Fidel Albiac, la pareja disfrutó de una copiosa comida junto a unos amigos en el restaurante de Ramón Freixa, en el centro de Madrid, donde permanecieron —informa Semana— durante cuatro horas disfrutando de una lujosa degustación y la posterior sobremesa.
Sin responder a ninguna pregunta y sin hablar de ningún tema de los requerido por la prensa, Rocío Carrasco sigue con su vida sin querer dar imagen de debilidad o sentimentalismo alguno. De hecho, el pasado 27 de enero se cumplieron 20 años del fallecimiento de su padre, Pedro Carrasco, y tampoco tuvo ningún detalle de cara a la galería o para sus seguidores en redes sociales.
Este jueves llega el momento de afrontar una de sus ansiadas citas judiciales. En concreto, la quinta demanda a Olga Moreno, en la que Rocío Carrasco tratará que sea condenada a pena de cárcel por vulnerar secretos relativos a sus datos fiscales y su deuda con Hacienda. En concreto, por abrir una correspondencia de su marido Antonio David que hacía referencia a la deuda de Rocío con Hacienda mientras éste estaba ausente.
Su demanda contra Belén Esteban navega en similar dirección, y está relacionada con comentarios sobre esa misma deuda contraída con la Agencia Tributaria de la Comunidad de Madrid.
Demostrando que afronta este nuevo juicio con absoluta tranquilidad, Rocío Carrasco salió a disfrutar del fin de semana con su marido y sus amigos, libre de otras cargas o necesidades familiares.