
La modelo, presentadora y actriz colombiana Sofía Vergara está considerada como una de las más atractivas latinas, aunque mejor será siempre decir hispana, término más ajustado que la otra denominación de raíces francesas. Exhibe una sensacional anatomía, de curvas mareantes cuando la observan sus muchos admiradores. Cumplió medio siglo el 10 de julio, casada en un par de ocasiones y madre de un hijo de treinta años al que confunden muchas veces cuando va con él del brazo como si fuera su novio.
Nacida en Barranquilla, Colombia, en el verano de 1972, iba para odontóloga, pero se cansó en el tercer año de carrera. La que era llamada familiarmente "Toti", encontrándose en una playa, recibió la oferta de un cazatalentos, quien logró convencerla para que aceptara unas pruebas de fotogenia. Así fue cómo se inició su faceta de modelo, anunciando "Pepsi Cola". Con el tiempo también promocionó otros productos, como "McDonalds" y "Colgate". Al marcharse a vivir a los Estados Unidos, nacionalidad que un día adquiriría, se estableció en Los Ángeles, que es donde desarrolló su otra faceta de actriz, en cine y televisión. En este último medio, consiguió triunfar en la serie Modern Family, con la que obtuvo una inusitada notoriedad y unos ingresos elevados, al punto que la consideran una de las estrellas mejor pagadas de la pequeña pantalla. La revista Forbes estimó hace pocos años que su fortuna ascendía alrededor de cuarenta millones de dólares, cifra que ha ido aumentando, lo que le permitió adquirir no hace mucho una enorme mansión valorada en veintitrés millones de euros.
Sofía Vergara no es una actriz de reconocida solvencia, pues su físico es lo que más han tenido en cuenta los directores y productores a la hora de contratarla. Ella misma lo reconoce así: "Mi busto me ha ayudado en mi carrera, y eso que de adolescente quería reducirlo, pero mi mamá me lo desaconsejó, diciéndome que de mayor me serviría de mucho, como así ha resultado. Siempre me he sentido muy sexy". El caso es que a costa de esfuerzo y estudio, la colombiana ha llegado a trabajar en los siempre exigentes escenarios neoyorquinos de Broadway, donde intervino en unas representaciones del musical Chicago. Asimismo ha sido presentadora de varios eventos musicales, desde que lo hizo en un lejano Festival de la Canción de Viña del Mar y después en otros eventos norteamericanos.
Desde jovencita tuvo novietes a porrillo, en especial cuando estudiaba en la Escuela Secundaria y se enamoró de un condiscípulo llamado José Luís González Ripoll con quien contrajo matrimonio, a la edad de diecinueve años, en 1991. Poco más de un año les duró la pasión. Tuvieron un niño, Manolo, el único hijo hasta la fecha de Sofía. En 1993 obtuvieron el divorcio.
Sofía Vergara vivió otras aventuras sentimentales como la sostenida con Tom Cruise, también con el cantante Craig David y hasta se asegura que Luis Miguel estuvo una temporada con ella. Más intenso fue su idilio con el empresario Nick Loeb, con quien tenía planes matrimoniales, que se torcieron. El caso es que en la época en la que más enamorados estaban decidieron congelar unos embriones. Y cuando se dijeron adiós, ambos entablaron una disputa legal que en los tribunales el juez ocupado del caso dictó sentencia favorable a Sofía. Ello sucedió en 2014 y desde entonces ella es quien puede servirse de ellos cuando lo desee, por mucho que a su ex le haya supuesto un considerable enfado. Tema para debate, sin duda sobre si sólo uno de los dos puede disponer de tan preciado tesoro.
Hubo un tiempo que, sin amores de por medio, Sofía Vergara iba a restaurantes con su hijo Manolo, que en la actualidad cuenta treinta años, diestro en la cocina. Y cogidos del brazo o de la mano, en los alrededores de Hollywood muchos consideraban a la pareja como si fueran pareja, lo que les divertía mucho. Llegó el momento en el que Sofía necesitaba tener a un hombre a su lado con quien compartir techo y lecho. Y ése sería el actor y productor Joe Manganiello, con quien convive desde 2015.
En el área de artistas hispanos, queda dicho que Sofía Vergara ocupa un puesto prominente. Como Shakira, ahora en horas bajas por su desencuentro con el pillastre de su marido, el culé Piqué. También la han comparado con otra triunfadora, Salma Hayek. Al respecto, cuando Sofía comenzó a destacar siendo rubia de nacimiento le hicieron cambiarse los cabellos. Negros como los de Salma, en la creencia de que no se comprendería un personaje hispano con los colores claros. ¿Es que en España no hay rubias a montones? Pues eso… Pero Sofía no tuvo más remedio que aceptar esa cláusula capilar para interpretar determinados papeles.
Alrededor de su vida hay un episodio trágico que a ella le produce siempre un dolorido recuerdo. De una familia de seis hermanos, uno de ellos, Rafael, fue asesinado en 1998 cuando intentaron secuestrarlo. Luego surgió otro penoso incidente, protagonizado por su otro hermano, Julio, al que deportaron a Colombia desde Estados Unidos, probando su historial criminal. Afectada por tales sucesos, Sofía Vergara hubo de salir adelante, evitando ser objeto continuo en las páginas de la crónica negra. A sus veintiocho años padeció cáncer de tiroides, le extirparon la glándula, quedándole para siempre una cicatriz en el cuello que ha ocultado siempre como ha podido, teniendo en cuenta esos primeros planos a los que se someten las protagonistas en el cine y la televisión.
Confiesa Sofía que no hace deporte, aunque sí se somete a ejercicios en el gimnasio para estar siempre con un físico a punto. Picante en su manera de dirigirse a la cámara y a su encendido público, demuestra siempre que le es posible mantenerse con grandes dosis de buen humor. La belleza, a la que ella no puede sustraerse, asegura que es algo que se tiene cuando la mujer está segura de poseerla. En su caso, no lo dudamos. Salta a la vista...

