
Dustin Hoffman, uno de los más grandes actores del cine norteamericano, acaba de cumplir ochenta y cinco años. Y no ha arrojado la toalla. Ha dicho recientemente: "No temo a la muerte. Y sigo trabajando en lo que quiero y puedo, consciente de que a mi edad ya no me van a ofrecer papeles como en otros tiempos". Por ejemplo, finalizando el decenio de los 60 ya era mundialmente reconocido por El graduado, el filme de Mike Nichols, personaje que le encomendó cuando aún no era famoso tras verlo en una comedia teatral en Broadway. Y a partir de entonces, una carrera ascendente con títulos que ya son historia: Kramer contra Kramer, de 1979, y Rain Man, fechada en 1988, por cuyas interpretaciones ganó un par de Óscar; Tootsie, Cowboy de medianoche, Perros de paja, Todos los hombres del Presidente, formando pareja protagonista con Robert Redford, historia sobre la dimisión del Presidente Richard Nixon tras el "caso Watergate". Comedias, dramas, cintas de aventuras, en las que Dustin Hoffman nunca defraudó en la pantalla, al menos hasta que ya a las puertas del nuevo siglo su popularidad fue decayendo.
Lo curioso en la biografía de Dustin Hoffman son los datos de cuando estuvo en Madrid y ningún productor quiso contratarlo por su baja estatura (mide un metro y sesenta y cinco centímetros). Capítulo que no aparece ni en Wikipedia ni en ningún libro, si exceptuamos uno con anecdotario del veterano Enrique Herreros (hijo).
Dustin Hoffman nació en Los Ángeles el 8 de agosto de 1937. Su 'padre era vendedor de muebles, judío, de ascendientes rusos. Trató mal a sus hijos. Le puso a Dustin ese nombre porque le recordaba a un viejo actor de cine mudo, Dustin Farnum. Cuando pudo, el futuro actor se fue de casa. Estudió un año de Medicina, pero le llegó de pronto la vocación de actor y pasó por las clases del legendario Lee Strasberg, fundador del célebre Actor´s Studio. Nada le ocurrió de especial al comienzo de los años 60 y trató de buscar mejor suerte en Europa. En Madrid le surgió un papel en la película de bajo coste El millón de Madigan. Para olvidar. Una coproducción hispano-italiana en la que compartió reparto con Gustavo Rojo, José María Cafarell y Fernando Hilbeck. El productor italiano no quiso saber ya nada más de Dustin Hoffman. Tampoco ningún otro español. Y el actor, tras pasar unas semanas de rodaje en los estudios que hoy ocupa la cadena Telecinco se marchó a Los Ángeles tras recibir una oferta: la de ser el personaje central de El graduado. No hace falta ser un gurú para decir que, de haberse quedado en Madrid, ya no estaríamos hoy escribiendo sobre un actorazo, al que por estos lares alguien llamó enano: aquel italiano, amén de otro productor listillo. Sólo José María Elorrieta advirtió que ese norteamericano tenía talento, más este realizador no podía contratarlo.
Que sepamos, a España sólo volvió en dos ocasiones. Una para rodar unas escenas de Papillón, de la que era coprotagonista con Steve McQueen, en los alrededores de San Sebastián. Donde, por cierto, en 2012 recibió el premio Donosti, que le entregó entre grandes aplausos, Ricardo Darín, el también admirado actor. A la capital vasca llegó en la primera de esas ocasiones acompañado de su primera esposa, la actriz Anne Byrne, que era altísima y sobrepasaba a Dustin de hombros hacia arriba. Se habían casado en 1969, adoptaron una niña, Karina y luego tuvieron ya otra, biológica, Jenna. En 1980 se divorciaron, el mismo año en el que Dustin contrajo su segunda unión matrimonial on la abogada y empresaria, hoy con 67 años, Lisa Gottsegen. Padres de cuatro hijos. La pareja ha mantenido felizmente su convivencia. No se le han conocido muchos romances. No obstante en 2017 varias mujeres lo acusaron de acoso sexual, entre ellas Meryl Streep, su compañera en Kramer contra Kramer. El asunto acabó cuando el actor dijo haber respetado siempre a las féminas, y pidió perdón si cometió alguna incomodidad con las que lo denunciaron.
Ya en las dos últimas décadas los trabajos de Dustin Hoffman fueron espaciándose. "Ningún actor de mi edad tiene ofertas en el cine de protagonista, como no sea para papeles de menor importancia". Pero Dustin nunca ha pensado en jubilarse, aunque en 2013 se llevó un gran susto: le diagnosticaron cáncer de páncreas. Por fortuna superó la enfermedad. Y así, continuó con su carrera y por ejemplo se atrevió a dirigir su primera película, Quarter. Y en 2017 estuvo presente en el Festival de Cannes, donde se estrenó The magerowitz Stories. Dos años después intervino en la italiana L´uomo del labirinto. En abril de este 2022 se dio a conocer el que por ahora es su último trabajo cinematográfico, As They Made US. Como curiosidad, entre esos últimos años, puso su voz al servicio del maestro Shifu en Kung Fú Panda.
Queda harto repetido: haga o no más películas Dustin Hoffman ya está en la historia del cine.

