
Cumple Mick Jagger ochenta años el próximo 26 de julio. En plena forma física. Un superdotado vocalista del rock, quien no ha dicho todavía su última palabra como líder indiscutible de The Rolling Stones, la banda más duradera, que sepamos, hasta la fecha. Un hombre vitalista, dentro y fuera de los escenarios, que ha anunciado ante la prensa británica que se casa. No ha dicho cuándo, desde luego, pero se sabe que recientemente le entregó un anillo de pedida, suponemos que será pedrusco valioso, a quien es su última compañera, la modelo Melanie Hamrick, de treinta y seis años, cuarenta y cuatro menos que él, con quien es padre de su último hijo, el octavo por ahora, de cuantos ha tenido con cinco mujeres distintas.
La vida amorosa de Michael Philip Jagger tiene elementos propios de un donjuán. ¿Es guapo? Tiene una boca enorme, una expresión facial que no es la propia de un galán. Pero es famoso. Y sabe conquistarlas. Se le habrán entregado cientos y cientos de groupies en los camerinos a lo largo del tiempo. Ahora bien: ¿quiénes han sido sus grandes amores?
La primera, que sepamos, una modelo nicaragüense: Bianca Pérez Mora Macías, con la que se casó en 1971, el 12 de mayo, en una boda muy publicitada que tuvo lugar en Saint-Tropez, pueblo costero francés donde veranea Brigitte Bardot. Padres de una hija, Jade. Se divorciaron en 1978. Un año antes de esa boda Mick Jagger había estrenado la paternidad con la actriz Marsha Hunt, con quien tuvo una hija, Karis.
Bianca fue una estrella en las noches locas de Nueva York y París. Nunca se apeó de su apellido conyugal, que le resultaba muy rentable: la invitaban a muchas fiestas, en algunas cobrando. Se hartó de las infidelidades de su marido. Y rompieron para siempre. En unas declaraciones que ella realizó para comentar su fallido matrimonio, dijo lo siguiente: "Mi relación con el que fue mi marido acabó el mismo día de la boda".
Ni qué decir que Mick Jagger siguió ligando; a partir de 1984, hasta 1997 con Jerry Hall, una top model que fue la mujer que más le duró. Celebraron su boda en Bali (Indonesia), en 1990, sin validez alguna; no obstante al cabo del tiempo quedó anulada. Fueron años de pasión y de engaños por parte del cantante. Cuatro hijos hubo en aquella unión.
A poco de que Jerry Hall despareciera de la vida de "Morritos Jagger", éste se volvió loco tras las faldas de Angelina Jolie, a la que contrataron en ese 1997 como modelo de un video de The Rolling Stones, "Anybody seen my baby". La futura gran estrella del cine era entonces una desconocida a sus veintidós años, con un tipo despampanante, que desató en Mick un irrefrenable deseo para llevarla a la cama. Inútil fueron sus propósitos. Estaba casada y él le doblaba de sobra la edad. No le gustaba un pelo, proporcionándole unas tremendas calabazas. Luego, ya se sabe cómo terminó su matrimonio con Brad Pitt…
Llegado el año 1999 el rockero británico encontró a la modelo y presentadora de la televisión brasileña Luciana Giménez como su nueva amante. Le dio un hijo, Lucas, el séptimo de su biografía sentimental. No parece que como padre se ocupara de su parentela.
Entre 2001 y 2014 Mick Jagger fue pareja de la diseñadora L’Wren Scott . Mucho tiempo para un ser tan inestable como el cantante. Algo pasaría entre ellos, quizás ella se sintió sola mientras él rodaba por el mundo con los Stones. Pero el caso es que en ese último año citado ella fue encontrada muerta en su apartamento neoyorquino del barrio de Chelsea, colgada al techo con una bufanda. El suicidio dejó a Mick Jagger absolutamente destrozado por un tiempo. Mas ese mismo año, actuando al frente de su banda en una gira por Japón encontró en seguida a la siguiente mujer que despertó en él una llamarada de urgente pasión.
En uno de esos conciertos en el país nipón, apareció en su vida la norteamericana Melanie Hamrick. Y al poco tiempo iniciaban una relación que, a día de hoy, continúa felizmente. Nacida en el estado de Virginia, bailarina de profesión, componente del American Ballet Theatre. Esperaba un hijo de Mick. Embarazada de cinco meses, su ginecólogo le aconsejó que dejara la danza hasta dar a luz. Ella optó por abandonarla definitivamente cuando ese niño que vino al mundo tras una operación de cesárea, cumplió tres años. Se llama Devereaux.
A la espera de cuando decidan darse el "sí" preceptivo de esa boda anunciada pero aún sin fecha, Mick Jagger abre aún más su boca para expresar su felicidad, cuando ya es abuelo de tres nietos y bisabuelo de tres. ¡Todo un personaje!

