La revista Semana cuenta este miércoles cómo fue el "accidentado cumpleaños de Ana Soria" con un reportaje fotográfico del pasado 3 de septiembre. La joven cumplió 25 años y se desplazó a casa de sus padres, en Almería, para celebrar su cuarto de siglo con una tarta y un plan familiar. En esta ocasión no la acompañaba Enrique Ponce, sino que más tarde regresó al domicilio que comparten para reencontrarse con él.
Vestida con un conjunto de camiseta y falda de algodón y sin nada de maquillaje, Ana dejó ver una gran hinchazón en su ojo derecho, según la revista, por culpa de un orzuelo. Por si fuera poco, cuando la joven volvió a su domicilio se dio cuenta de que no llevaba las llaves encima y tuvo que saltar la valla para abrir la puerta.
Ana cierra así un verano discreto en el que ha veraneado con el torero y la hija menor de éste, Bianca. La misma revista publicó sus primeras imágenes juntas. Se sabía que Ponce y su hija pequeña tienen la relación normal que debe existir entre una padre y su hija, pero hasta entonces se desconocía si la pequeña conocía a Ana Soria o pasaba algún rato con ella. La ausencia de Palomita, la hermana mayor, es notable. Al parecer, no tiene buena relación que la mujer que ha sustituido a su madre en el corazón del torero.
En aquellas fotos vimos a Ana muy pendiente de la pequeña: montando con ella en moto acuática, haciéndole monerías o lavándole y peinándole el cabello. Con ellos se encontraba José, el hermano de Ana, dejando una imagen de normalidad tras más de tres años de relación.