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Cuando Charlton Heston se propasó con Carmen Sevilla

Charlton Heston pretendió propasarse con Carmen Sevilla, que consiguió zafarse del actor.

Charlton Heston pretendió propasarse con Carmen Sevilla, que consiguió zafarse del actor.
Sevilla y Heston | Archivo

Fue Charlton Heston uno de los grandes actores norteamericanos, mito del cine mundial, con una biografía donde se refleja que encarnó en la pantalla a tres presidentes, tres santos y unos cuantos genios en géneros que van de lo épico a lo bíblico. No hay nada más que echar mano a su numerosa filmografía, de la que recordamos unos cUantos títulos, a modo de ejemplo de cuanto significaron en su carrera: Ben-Hur, El Cid, 55 días en Pekín, Los Diez Mandamientos, La historia más grande jamás contada, El planeta de los simios, Aeropuerto 75, Terremoto… Dio vida en la pantalla a personajes del calibre de Moisés, Rodrigo Díaz de Vivar, Miguel Ángel, Richelieu, Marco Antonio… Tenía un notable conocimiento del teatro de Shakespeare, al haber interpretado muchas de sus obras teatrales en sus inicios escénicos.

Hay en Charlton Heston datos vitales que nos muestran a un ser algo controvertido, algo ególatra, un punto machista, que tuvo en sus brazos a hermosas mujeres, como Ava Gardner y Sofía Loren, entre otras muchas. Sin embargo presumía de serle fiel a su única esposa, Lydia Clarke, con quien estuvo casado, hasta su muerte, nada menos que sesenta y cuatro años. Tuvieron un hijo y adoptaron una niña.

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Caracterizado como El Cid | Archivo

Del anecdotario sentimental del gran actor recogemos un pasaje mientras rodaba con Carmen Sevilla una secuencia de la película Marco Antonio y Cleopatra, en unos estudios de Hollywood.. Ambos tenían que interpretar una escena amorosa, pero Heston se extralimitó en su afán de aprovecharse del momento, sin que el guion lo exigiese, besando apasionadamente a la estrella, quien reaccionó mordiéndole un labio. Sangrando por ello, todo quedó en esa anécdota. Y así, por cierto, se mantuvo en la filmación, sin corte alguno. Lo decidió él, que para eso era el productor y director del filme.

Carmen contó así aquella experiencia: "Yo era la mujer de Marco Antonio, el personaje de Charlton Heston. Aquella escena, muy erótica, no venía en el guión con aquellos detalles que él hizo por su cuenta… Estábamos sentados en la cama, él me acariciaba, yo permanecía estática, un poco ausente… De repente, bajó una de sus manos, comenzando a acariciarme los pechos…Me sobó a base de bien. Me agarró por detrás, magreándome cuanto pudo y quiso. La mano iba bajándola cada vez más… Aguanté el tirón cuanto pude y cuando dieron la orden de "¡corten!", fui y le dije qué es lo que se había creído, que se había pasado tres pueblos conmigo…"

Pese a lo violento de aquella situación, en cuya secuencia se pudo observar la tensión con la que Carmen afrontó ese impulso sexual de Charlton, ambos quedaron siendo amigos.

Se llamaba realmente John Charles Carter. Estos días se cumple el centenario de su nacimiento, acaecido el 4 de octubre de 1923 en un pueblo del estado norteamericano de Illinois. Tenía diez años cuando sus padres se divorciaron; el progenitor, molinero. Quedó como único hijo al cuidado de su madre, quien luego contrajo segundas nupcias con Chester Heston, de quien tomó su apellido artístico cuando después de una etapa de actor aficionado, estudió Arte Dramático, donde conoció a la que iba a ser su primer amor, su única esposa, Lydia Cklarke, casándose en 1944. Tuvieron un varón, Fraser, que se dedicaría al cine en una variada suerte de especialidades, desde actor, guionista, productor… También adoptaron una niña, de nombre Holly Ann. Charlton, que había estudiado a fondo e interpretado gran parte de la dramaturgia de William Shakespeare, debutó en un teatro de Broadway representando "Antonio y Cleopatra". En 1950 se estableció con su mujer en Hollywood, iniciando una fructífera escalada en el cine.

En su anecdotario se cuenta que cuando lo contrataron para Ben-Hur, el guionista era Gore Vidal, consagrado escritor, homosexual, quien a ese personaje central de la historia vinculó con la misma tendencia sexual. Pero tanto él como la productora se cuidaron mucho de decírselo a Charlton Heston. Sí que estaba en el secreto el coprotagonista del filme, Stephen Boyd. ¿Recuerdan las tensas imágenes de la lucha de ambos montados en unas cuadrigas? Durante el rodaje, Heston procuró disimular al máximo algunos de esos detalles gays, teniendo en cuenta que él siempre fue en su vida particular todo lo contrario, un símbolo de la masculinidad.

Se manifestó a finales de la década de los 90 del pasado siglo como un defensor de las armas de fuego, tema de controversia en los Estados Unidos, donde tan fácil relativamente es conseguir una licencia para usarlas. Y así, en 1998 fue elegido Presidente de la Asociación Nacional del Rifle, cargo que mantuvo hasta 2003.

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A España vino en varias ocasiones. Entre sus amigos, Manolo Santana, con el que jugaba de vez en cuando al tenis. Antes de iniciarse el rodaje de El Cid, se prestó a conocer al presidente de la Academia de la Lengua, eximio estudioso de romances medievales, don Ramón Menéndez Pidal, que lo instruyó en la personalidad de aquel personaje. Heston se empapó de nociones de la Historia de España, defendiéndose en nuestro idioma común.

Un tipo como él, a quien veíamos frecuentemente en películas de acción como el héroe indestructible, parecía estar inmune a las enfermedades de cualquier ser humano. No se le conocieron enfermedades, al menos de importancia, hasta que se supo que había superado un cáncer de próstata. Tiempo después, en 2002, anunció que se retiraba de su profesión al padecer una enfermedad degenerativa, parecida al mal de Alzhéimer, que le afectaba a la memoria, al habla, y a su conducta habitual. Dejó de asistir a cualquier acto social, aunque aceptara un reconocimiento oficial en la Casa Blanca. Se recordó que lo que él padecía, era lo mismo que le afectó a Ronald Reagan.

Falleció el 5 de abril de 2008 en su mansión de Coldwater Canyon, en lo más alto de las colinas de Hollywood, en el entorno donde han vivido siempre las grandes glorias del cine americano como él sin duda lo fue. La causa de su muerte fue neumonía, complicada con leucemia. Su viuda se fue de este mundo diez años más tarde a consecuencia de un cáncer de mama. Las películas de este héroe americano suelen reponerse a menudo en las televisiones.

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