
Barcelona lleva un tiempo triste y solitaria. La "Gaudi" (esa pasarela de moda que competía con La Cibeles) vuelve a vibrar. Ahora se llama 080.
Y es que si hay una marca de moda española que sigue reinventándose y reinterpretando sus orígenes esa es LOLA CASADEMUNT. Conozco esta firma porque cuenta con embajadoras como Antonia Dell’Atte, que es amiga de Fearless. La personalidad de la firma es un reflejo de la persona que está frente a la misma, Maite Casademunt, que tanto en Barcelona como en Madrid llena sus desfiles con una incondicional fila de VIPS patrios que aplauden sus colecciones.
Esta semana ha desfilado en la 080 de Barcelona, que tras unos años de decadencia ahora parece que remonta al vuelo gracias a marcas como Dominico, Guillermina Baeza o la propia Casademunt. Pero hablemos de esta firma que las influs y los "VIP de-toda-la-vida, por favor" llevan con alegría y desdén.
"Mi trabajo ha sido mi pasión desde que empecé a trabajar", me confiesa por WhatsApp Maite. "Soy soñadora, queriendo siempre llegar a lo más alto. Soy luchadora, tenaz y una perseguidora de sueños. Siempre aprendiendo de los errores y buscando la parte positiva a todo, intentando transmitir unos valores a la marca que vayan más allá de una firma de moda, más como un sentimiento de pertenencia a un ejército de mujeres que avanzan imparables", confiesa la hija de la fundador y la mujer que capitanea esta marca.
Barcelona ahora está en un tiempo en el que fue. Cosa lógica de los tiempos que fue. Insisto. Ahora Barcelona es otra. Y Madrid, de alguna manera, sigue siendo la que fue. Pero también es otra. Mejor. Todos podéis saber porqué. Aunque no es mi cometido decir porqué es mejor, todos ustedes lo saben. Barcelona… es… el recuerdo de lo que algún día fue y, de alguna manera, gracias a algunas empresas que han resistido al oleaje, sigue latiendo. Viva España. Y viva la moda. Y viva la moda catalana. Y viva la moda española. Que es, en suma, todo lo mismo.
