Genoveva Casanova tenía 24 años cuando llegó a nuestro país procedente de México para hacer un curso junto a su hermana Denise. Desde su aterrizaje, la joven supo desenvolverse en la sociedad sevillana y apenas tres meses después, se quedó embarazada de Cayetano Martínez de Irujo. Además, forjó una gran amistad con celebridades de nuestro país como Paloma Cuevas, a la que durante años le unió un gran cariño hasta que el año 2020 unos rumores finiquitaron para siempre su relación.
Aunque nunca hubo una disputa entre las amigas, los rumores que relacionaban a Genoveva con Enrique Ponce, entonces aún casado con la cordobesa, dinamitaron para siempre su amistad. La mexicana siempre negó esa relación, asegurando que se estaba usando su nombre "solo para hacer daño a Paloma".
Estos rumores surgieron durante un viaje a Roma para la inauguración de una exposición de Fernando Botero, de quien tanto el extinto matrimonio y Genoveva eran íntimos. Por cuestiones familiares, Paloma no se pudo desplazar, dejando 'solos' a su marido y a su amiga.
Tanto Ponce como Casanova siempre negaron estos rumores, tomando incluso medias contra el medio de comunicación que lo publicó. No obstante, parece que Paloma nunca superó estas habladurías y, con el paso del tiempo, su relación de amistad se fue enfriando hasta el punto que actualmente apenas tienen trato.
En los últimos días Genoveva se ha visto salpicada por otra polémica al ser señalada de nuevo como la tercera en discordia en un matrimonio. En este caso se trata de Federico de Dinamarca, con el que se le ha visto paseando por Madrid y entrando al domicilio que tiene en la capital. Al igual que pasó con Ponce, Genoveva ha negado el idilio y ha anunciado demandas contra la revista Lecturas que este miércoles publicaba unas imágenes de la pareja de amigos tomadas en la capital.