La reina Letizia se ha desplazado este lunes a Aranjuez para visitar las diferentes adaptaciones de accesibilidad realizadas en el Palacio Real, presidir la 31ª reunión del Consejo del Real Patronato sobre Discapacidad y, por último, entregar los Premios Nacionales de Discapacidad que llevan su nombre y que reconocen la labor de personas y asociaciones que trabajan por la inclusión y el respeto a los derechos humanos.
Al margen de su impecable estilismo y de la lección de elegancia con la que ha arrancado esta nueva semana, la Reina ha destacado por la cercanía que ha demostrado con los ciudadanos que la esperaban a las puertas del Palacio Real de Aranjuez y que no han dudado en despedirla tras la entrega de premios entre aplausos y vítores de "¡viva la Reina!".

Un cariño que la monarca quiso corresponder saltándose el protocolo. Sin dudarlo, la mujer de Felipe VI pidió a sus escoltas que detuviesen el vehículo en el que abandonaba el recinto y, con una gran sonrisa, se bajó del mismo abriéndose ella sola la puerta para acercarse y saludar cariñosamente a las personas que desafiando las bajas temperaturas, aguardaron para transmitirle su apoyo.

