
No dejan de salir a la luz nuevos detalles sobre el dramático final del matrimonio entre Silvia Tortosa y el productor Carlos Cánovas. Aunque la actriz siempre fue discreta en todo lo relativo a su vida privada, su fallecimiento puso de manifiesto el malestar de su familia y sus amigos con el empresario, que pese a que llevaba meses sin tener contacto con su todavía mujer, no dudó en acudir al tanatorio para despedirse de ella.
Esta semana descubrimos nuevos datos sobre cómo descubrió que su marido la estaba engañando con Marina Lozano, actriz con la que compartió rodajes en la serie Centro Médico. Al parecer, sus sospechas comenzaron cuando se percató de que su marido había encargado dos ramos de flores para el día de los enamorados: uno pequeño para ella y otro más voluminoso para su supuesta amante.
Tras este descubrimiento, con el shock inicial que supuso para ella, la actriz contrató los servicios de un detective privado que solo tardó dos días en recopilar pruebas de la traición. Así lo ha contado un amigo íntimo de la fallecida, Chema Marín, en el programa TardeAR: "Llevaba sospechando unos tres años", asegura, explicando que Silvia empezó "a recibir las típicas señales" de que algo estaba ocurriendo.
Sobre cómo reaccionó ante las pruebas del detective, su amigo prefiere no entrar en detalles: "Te lo puedes imaginar", dijo. El contenido de esas imágenes nunca fue desvelado por la actriz pero evidenciaban "una vida paralela" de Carlos Cánovas: "Lo que más molestó a Silvia de las fotografías es que en ellas se veía una imagen familiar, no algo esporádico. El detective tardó dos días en pillarle y le dijo a Silvia: '¿Quieres que sigamos con esto o te sigo sacando el dinero?’. Eran tan obvio que el detective no quería engañarla".
Según ha trascendido, Silvia rompió su matrimonio tras conocer los datos de este informe y le habría pedido que se fuera de casa. Pero ¿Cómo afectó a su testamento? Su entorno cercano asegura que cuando fue consciente de la infidelidad, Silvia "inmediatamente cambia el testamento": "Consigue unas pruebas y se las pone delante, él admite que sí y ella le da un mes para abandonar la casa, la razón es que en esa casa vivía también la madre de Carlos".


