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Enrique Ponce habla del miedo de Ana Soria ante su regreso a los ruedos

Tras un largo periodo de descanso indefinido, el torero dirá adiós definitivamente a final de temporada.

Tras un largo periodo de descanso indefinido, el torero dirá adiós definitivamente a final de temporada.
Enrique Ponce y Ana Soria | Gtres

Enrique Ponce está preparado para decir adiós definitivamente a los ruedos tras un largo periodo de descanso y reflexión marcado por la mediática separación de Paloma Cuevas y su relación con Ana Soria. El de Chivas, de 52 años, reaparecerá el próximo 17 de mayo en Nimes (Francia) para poner en marcha su última gira tras tres décadas dedicadas a la tauromaquia y poner el broche de oro que merece su carrera.

El torero quiere que se hable de él por su arte y no por sus relaciones sentimentales a pesar de que durante su larga trayectoria siempre fue de la mano de su exmujer y Hola, su revista de cabecera. El interés que despertó el noviazgo con la estudiante de Derecho y las instantáneas que regalaban en sus redes sociales acapararon los titulares en los años de la pandemia pero su cruzada contra la prensa rosa llegaría pronto, incluso con amenazas a los que hablaran de ellos.

No obstante la pareja decidió exponerse en prime time de la mano de El Hormiguero para, de alguna manera, tomar las riendas de lo que se habla sobre ellos y hacer una última y gran aparición pública. Pero ahora que Ponce vuelve a los ruedos es inevitable tener en cuenta la presencia de Ana Soria. En una entrevista concedida a El Mundo, el diestro no veta las preguntas de su relación sentimental, tan solo la que le menciona a Luis Miguel, antiguo amigo y actual pareja de Paloma Cuevas.

Ponce asegura que "vivimos en una sociedad que se interesa más por esas cosas que por lo que hagas importante de verdad" y lamenta tener encima a "este tipo de prensa acosadora". "A Ana le costó mucho. No le gusta, y mucho menos las tonterías y falsedades que han contado", relata. En la charla se menciona aquel momento en el que Ponce dibujó las iniciales de su pareja en la tierra y que alimentaron más el interés del público pero él insiste en que no tiene responsabilidad: "las fotografías que se publicaban en la playa, en el mar o en el barco, las hacían paparazzis de un modo ajeno a nosotros".

Sobre su regreso, confiesa que Ana no está del todo feliz: "A ella no le gustaba la idea, pero también entiende quién soy en el toreo y mi decisión. Me apoya. Pero cuando se lo dije no le hizo gracia". También habla de sus hijas Paloma (16) y Bianca (12), ya conscientes de el peligro al que se enfrenta su padre. "Tienen lógicamente sus miedos, pero, por otra parte, les hace ilusión. La preocupación viene porque son más conscientes de lo que eran antes. Bianquita me dice que antes, cuando me iba a torear, no pensaba en que podía no volver. Y ahora pues sí lo piensa. A las dos les gustan los toros. Para Reyes pidieron un abono de la feria de San Isidro en Las Ventas. Imagínese el nivel de afición", confiesa.

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