
Begoña Villacís está alejada del foco mediático desde el trágico suceso de la muerte de su hermano, Borja Villacís, abatido a tiros en una carretera de Fuencarral-El Pardo (Madrid) tras embestido por un coche. Las únicas declaraciones públicas que ha dado llegaron a través de la redes sociales. "No tengo palabras para describir el inmenso consuelo que ha supuesto la gran profesionalidad y humanidad mostrada por nuestra Policía. Gracias", escribió en primer lugar.
"Gracias de corazón por tanto cariño. Mi familia está rota, hemos decidido vivir estos momentos en recogimiento e intimidad". Además, la exvicealcaldesa de Madrid publicó en Instagram una foto de la infancia de Borja con el mensaje "adiós, mi niño, mi hermano pequeño. Te quiero. Cuídanos. D.E.P".
Semanas después, Villacís ha reaparecido junto a su amigo Albert Rivera, con el que se distrajo en una cena para dos en la terraza de un conocido restaurante de Madrid. Amigos íntimos desde que se conocieron en Ciudadanos, Begoña y Albert compartieron confidencias y una conversación que se alargó durante horas. Avanzada la noche, ambos continuaron su plan en el interior del local y, a altas horas de la madrugada, se despidieron para irse cada uno por su lado.
Rivera fue un de los primeros en pronunciarse tras el suceso, confesando durante un acto en que Begoña está "devastada" por la muerte de su hermano e hizo una petición a la prensa para que la dejen vivir estos momento "en paz con su familia".
La investigación en torno al asesinato de Borja Villacís sigue su curso y se saldó con tres detenidos. El presunto autor es Kevin Pastor Estepa, un viejo conocido de la policía, a pesar de su juventud. Es lo que se conoce como un "narconazi". Se le relaciona desde hace años con grupos de ideología neonazi y -al mismo tiempo- con el tráfico de estupefacientes.
