Le habíamos perdido la pista a Miguel Ángel Silvestre, pero he aquí que este rompecorazones del cine español nos ha brindado no hace mucho imágenes románticas al lado de su última novia, la valenciana de treinta años Rebeca Toribio, con quien se ha divertido mucho este verano en Ibiza. Conociendo a un seductor como este castellonense de cuarenta y dos años, es impredecible si ha encontrado ya su amor definitivo o no.
Rebeca es una empresaria de éxito, una emprendedora dueña del restaurante madrileño Superchulo. Se conocieron el año pasado en el transcurso del Festival Arenal Sound de Burriana. Y desde entonces están emparejados y han aparecido en un video haciéndose toda clase de carantoñas sin pudor alguno. O sea, están locos el uno con la otra.
Miguel Ángel Silvestre está considerado entre las encuestas de algunas publicaciones como uno de los españoles más atractivos, además de ser un actor notable, que destaca no únicamente por su fotogenia sino por su voz grave y bien impostada. El caso es que nunca había pensado ser actor en su juventud. Estaba volcado en su deporte favorito, el tenis, quería ser profesional, mas una lesión en el hombro lo apartó de las pistas. Entonces comenzó a estudiar Fisioterapia, la profesión de su padre. Participó, dada su anatomía, la de un cachas, tío macizo, en el concurso de Míster España, como Míster Castellón. Pero no ganó.
Una tía suya lo animaría para que probara suerte como actor. Y tras unas temporadas en teatros de aficionados en su tierra levantina le llegó su rampa de lanzamiento popular en la serie televisiva Sin tetas no hay paraíso. Su personaje, el Duque le proporcionó tal popularidad que todavía hay quien lo recuerda con ese sobrenombre. Aunque más adelante, en 2013, fue Velvet la serie que lo catapultó definitivamente a la lista de los más interesantes galanes. Hubo muchos telespectadores que llegaron a creerse que su amor por Paula Echevarría (Ana Rivera en la ficción) era su pareja en la vida real. Lo que era incierto, pues por esa época ella estaba casada.
A Miguel Ángel Silvestre nunca le faltaron amores. Los más estables los vivió con algunas actrices, como Belén López, a la que mucho quiso, según propia confesión. Otro amor inolvidable para él fue el compartido con Blanca Suárez, entre 2011 y 2014. Y ya en adelante se le adjudicaron otros romances de menor duración, uno de ellos con Lali Espósito. Y desde entonces, otros de menores relevancias hasta desembocar el año pasado su enamoramiento con Rebeca Toribio.
Miguel Ángel Silvestre ha diversificado su carrera entre la televisión, menos en el cine y algo en el teatro. Han sido las series en la pequeña pantalla en las que viene trabajando más asiduamente. Sin olvidar que fue ‘chico Almodóvar’ en Los amantes pasajeros. Estuvo varias temporadas alejado de España, en su paso por Hollywood. Durante su estancia en Los Ángeles lo contrató una multinacional dirigida por dos hermanas para protagonizar la serie Sense8, donde tuvo que rodar escenas de elevado contenido sexual, haciéndose pasar por homosexual. Lo que contradecía con su vida personal.
Ese tipo de personaje albergan un peligro y es que haya telespectadores que confundan la naturaleza del actor en la ficción y la propia. Para ello, Miguel Ángel Silvestre puede sacarlos de dudas en seguida con su historial amoroso digno de un donjuán de nuestro tiempo. Al que por cierto, no le importó una vez aparecer en pelota picada, para deleite de sus múltiples admiradoras.